El Ciudad de Santiago se asfixia con solo dos calles

SANTIAGO

xoan a. soler

La falta de espacio para entrenamientos condiciona el nuevo curso

02 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Club Natación Ciudad Santiago encara la temporada más complicada por las serias limitaciones de espacio para entrenar a las que debe hacer frente. El cierre de la piscina de Sar, para cambiar la cubierta del globo por una telescópica, obliga a concentrar la actividad en Santa Isabel. Y esta semana la entidad, al igual que las dos de triatlón implantadas en la ciudad y la de waterpolo, han recibido la confirmación de que solo podrán disponer de dos calles para los entrenamientos. Entre las cuatro suman unas quinientas licencias.

José Rioseco, entrenador del Ciudad de Santiago, se mueve entre la tristeza y la ilusión. Por una parte, asume que toca afrontar un curso de «tránsito y reajuste», haciendo de la necesidad virtud para alcanzar el mejor rendimiento posible dadas las circunstancias. El club intentará lograr la permanencia en Primera División y hacer buen papel en los campeonatos autonómicos y los nacionales.

No será fácil cuando «en lugar de nadar 40 o 50 mil metros a la semana te tienes que quedar en unos 15 mil». Y, además, en condiciones precarias, con «doce o trece deportistas compartiendo calle». El contexto recuerda a cuando José María García hablaba, años atrás, de buenas noticias en un campeonato de natación porque había concluido y no se había ahogado nadie.

Escuelas deportivas

Al propio tiempo, es constatable un interés creciente por la práctica de este deporte. Durante la pandemia, el club tuvo que prescindir de las escuelas deportivas en las que había unos setenta inscritos, con el consiguiente perjuicio económico y deportivo, porque no dejan de ser un vivero.

Sobre la mesa hay cerca de cien solicitudes para esta campaña y en octubre el club espera poder recuperar esta actividad, aunque sea a costa de quitarles algún tiempo a los entrenamientos de competición. Arrancará con un grupo de entre quince y veinte, aproximadamente, e irá ampliando a medida que pueda disponer de más espacio.

Rioseco observa que «de las siete grandes ciudades de Galicia, Santiago es la que tiene menos espacio de agua». A medio plazo, la situación mejorará algo cuando vuelva a estar operativa la piscina de Sar. Y más allá en el tiempo, el día que vea la luz el proyecto de Santa Marta, si bien la previsión es construir unas instalaciones pensadas más para el ocio que para la competición deportiva.

Entre tanto, los federados y quienes empiecen en las escuelas tendrán que adaptarse a las circunstancias y ejercitarse en unas condiciones que distan mucho de ser las ideas. Lo asumen y confían en que los plazos de ejecución de los trabajos en la piscina de Sar no se alarguen en el tiempo.