¿Está teniendo la intermodal de Santiago la repercusión esperada en la actividad comercial de O Hórreo?

Olimpio Pelayo Arca Camba
o. p. arca SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

MALENA FERNÁNDEZ

En 14 meses se abrieron dos oficinas de alquiler de coches, por traslados en la misma zona, y un kebap

15 ago 2022 . Actualizado a las 21:14 h.

En mayo del 2021 entraba en funcionamiento la estación intermodal de Santiago. Lo hacía en una calle de O Hórreo donde se sucedían los bajos comerciales con carteles de «se alquila» y «se vende», con propietarios que aguardaban el tirón de la infraestructura para dar de nuevo vida a esos espacios. Pero más de un año después, la intermodal apenas ha repercutido en la actividad comercial y de hostelería de la zona. Siguen acercándose a la treintena los bajos vacíos en el tramo que va desde Galuresa hasta la avenida de Lugo a la altura del acceso al túnel, más el tramo de San Pedro de Mezonzo hasta el cruce con La Rosa.

En estos meses se registró la apertura de dos oficinas de alquiler de coches en la zona. Pero, en realidad, se trata de dos traslados: Avis-Budget, que estaba anteriormente en el recinto de la propia estación de tren y acaba de abrir en O Hórreo; y de Hello!, que sin salir de la avenida de Lugo, avanzó hacia el inicio de la calle. «Nos mudamos hace dos meses. Nos acercamos 200 metros más al centro de la ciudad y a la intermodal. Trabajamos mucho con la web, con muchos clientes extranjeros que nos conocen por esa vía; para ellos es más conveniente estar más cerca del centro, antes estábamos más escondidos y alejados. Y quienes buscan alquilar un vehículo en el propio día, sin reserva hecha, ahora nos identifican mejor, en esta calle en la que estamos casi todas las compañías de alquiler», dice el gerente José Cameán.

Un poco más al centro, próximo a la salida de la escalinata de la estación de ferrocarril, se ubica desde hace años Entreprise. En esa firma de alquiler de coches, Sonia Lamas señala que con la puesta en marcha de la intermodal «hay más movimiento, entra más gente por la puerta y hay más ambiente. Pero sobre todo desde que empezó el AVE a Madrid. El tren viene bastante lleno y sí se notó un incremento de viajeros». Explica que muchos de los turistas (nacionales y extranjeros) optan por reservas largas, con entrega final del vehículo en otra ciudad. Las tres oficinas registraban movimiento de clientes el viernes por la mañana.

Hubo una baja en el sector. Sixt, en la esquina de O Hórreo con Fernando III El Santo, cuelga desde hace meses un cartel que informa de su cierre temporal.

En hostelería, abrió un kebap en el entronque de O Hórreo y avenida de Lugo, hace seis meses.

Eleazar García, hostelero en O Hórreo: «La cafetería es ahora un centro de servicios»

Eleazar García, de El Chiringuito de Ele, tira de retranca cuando se le pregunta cómo influyó la apertura de la intermodal: «Ahora tenemos quien viene a cargar el teléfono, a pedir cambio para el autobús, a preguntar a qué hora salen y dónde paran el C2 o el C4, y a quienes entran al baño sin consumir. La cafetería es ahora un centro de servicios». Pero sin mayor rentabilidad: «Ao día, un 30 % da xente que entra non é para consumir. Que puido aumentar un 5 % o traballo? Pero xa compensas o que gañas co gasto en electricidade, en cambio, nos baños ...».

 Una empresa de autobuses se había interesado en dar el almuerzo allí a sus conductores, pero no fue más allá de alguno que toma un café a primera hora.

En el café-bar Ponteseca (avenida de Lugo), Alicia Aldrey señala que los clientes no aumentaron con la intermodal. Entre otras cuestiones, porque para bajar los turistas «van moito co Google Maps, que os manda por Clara Campoamor, e pasan menos por aquí». Es la clientela local, en verano y en invierno, la que aguanta el negocio: «Podes ter algo de turismo, pero tampouco tanto. E aínda que este verán hai máis xente, traballamos mellor o ano pasado». Añade que las obras de O Hórreo, que dejan un paso de peatones frente a la escalinata, los ha dejado más apartados.

Alberto Vilariño, de la cafetería O Abrente de San Pedro de Mezonzo, habla de un ligero incremento en fin de semana, «de personas que se alojan por la zona para coger al día siguiente un autobús hacia O Cebreiro o Sarria para peregrinar desde allí. Los de diario van con el tiempo justo y no paran, y ya tienen cafetería en la intermodal para tomar algo». Cree que la apertura pudo beneficiar más a pensiones y hoteles de la zona.