La ayuda para cuidar dependientes en el hogar llega a 1.526 personas en Santiago

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

MALENA FERNÁNDEZ

La cantidad media de la prestación recibida por los compostelanos ha caído nueve euros desde enero

22 ago 2022 . Actualizado a las 22:49 h.

Galicia es la cuarta región europea con la esperanza de vida más alta, concretamente este año 2022 se sitúa en 83,7 años. La media es más elevada en el caso de las mujeres, (86,3 años) y algo menor para los hombres (80,4 años). La longevidad de la población gallega implica que cada vez crece más el número de personas que, por razones de edad, dependen de otras para realizar cuestiones básicas en su día a día. Desde que en el 2006 el Gobierno central aprobase la Ley de Dependencia, el número de personas que perciben prestaciones, ya sean económicas o de servicios, al amparo de dicha normativa no ha parado de incrementarse. Los geriatras recomiendan que los mayores permanezcan en sus casas y en un ambiente conocido el mayor tiempo posible. De ahí, las líneas de ayuda para facilitar este objetivo.

La prestación económica para el cuidado de dependientes en el entorno familiar va dirigida a este fin, y al igual que las demás prestaciones de la ley, es preciso tener previamente la declaración de dependencia para ser beneficiario de una o más prestaciones. La ayuda económica alcanzó a principios de este año a 1.080 compostelanos, que percibieron una media de 260 euros cada uno. Solo seis meses después, el número experimentó un salto hasta sumar a otros 371 personas más. Entre junio y la pasada semana de agosto, la Administración gallega incorporó al listado a otras 75 más. Así, actualmente 1.526 personas perciben una ayuda económica, que alivia ligeramente la carga que supone cuidar a un familiar dependiente.

La media de las ayudas para el cuidado del dependiente en el entorno familiar percibidas por vecinos de Santiago casi no ha sufrido alteraciones en los últimos meses, e incluso se ha reducido desde principios de año. La prestación media de los algo más de 1.500 compostelanos dependientes se mantuvo desde junio en 251 euros.

Fuentes de la Consellería de Política Social explicaron que la razón para que bajara la media en agosto con respecto a enero estaría en la incorporación de nuevos beneficiarios con un grado menor de dependencia y a las bajas de aquellos con grados superiores por diversas razones, entre ellas, fallecimiento o ingreso en residencia permanente. Cabe recordar que para determinar la cantidad a percibir se tienen en cuenta los ingresos económicos del usuario y su grado de dependencia. En el caso de aquellas personas con un grado 1 de dependencia, la cuantía máxima es de 153 euros; para los de grado 2, la prestación llegará hasta 268 euros; y para los del grado 3, la ayuda económica es de 387 euros como máximo.

Estas prestaciones, según explicaron fuentes de Política Social, pueden ser solicitadas por todas las personas, independientemente de los ingresos del núcleo familiar. En Santiago, el departamento municipal de Política Social tramita las solicitudes, que también pueden ser gestionadas en los centros médicos. Finalmente, son los técnicos de la Consellería de Política Social los que resuelven los expedientes.

La percepción económica es compatible con otros servicios

 

 

Las cantidades económicas percibidas por aquellos dependientes que permanecen en su entorno familiar no son, ni de lejos, suficientes para que el familiar que se ocupa de su atención pueda cesar en su actividad profesional. Desde Política Social indicaron que «é obvio que estas cantidades debe interpretarse como unha axuda complementaria», que se suma a los ingresos del dependiente.

Percibir esta prestación es incompatible con la obtención de una plaza en una residencia pública o con una ayuda para el pago de parte de la cuota en una concertada. En cambio, es compatible con otros servicios también subvencionados. El más conocido y extendido es el de axuda no fogar, por el que personal especializado acude al domicilio para colaborar en el cuidado y atención del mayor. Las horas de este servicio dependen del grado de dependencia. Las otras prestaciones compatibles son estancias, por horas, en un centro de día; y la de servicios de promoción de la autonomía personal, que incluye terapia ocupacional.