Tráfico intensifica los controles en el vial Brión-Noia, donde es habitual el radar móvil
SANTIAGO
Advierte del riesgo de la CG-1.5 a pesar de su buena visibilidad y trazado
25 oct 2022 . Actualizado a las 18:25 h.Conocido como el corredor de Noia-Brión, la CG-1.5 es uno de los viales considerados prioritarios por parte del destacamento de Santiago de la Guardia Civil de Tráfico. Así lo demuestra el despliegue de medios humanos y técnicos de los que hace gala el cuerpo en dicha carretera. Los radares y los controles estáticos y móviles son la tónica que predomina en un vial en el que una distracción puede ser fatal debido a la ausencia de mediana. «Una patrulla, como poco, pasa por esa carretera todos los días», afirman fuentes del instituto armado, que consideran que se trata de un vial seguro, siempre y cuando se respeten los límites de velocidad y se lleve a cabo una conducción segura.
A menos de un kilómetro del lugar donde Antonio Dosil, noiés de 78 años, y Alberto Couselo, vecino de Sigüeiro de 43, perdieron la vida el pasado martes tras colisionar de manera frontal con sus vehículos, se coloca todas las semanas uno de los vehículos del destacamento que cuenta con radar. Afirman que lo hacen de manera descarada, aparcando en uno de los arcenes y buscando que los conductores los vean y difundan las imágenes. Reiteran que se trata de una medida disuasoria, que tiene como fin que la gente, tras recibir las alertas de su presencia a través de los grupos WhatsApp, Telegram o aplicaciones móviles, levante el pie del acelerador. Que esa es la meta lo atestigua que, aunque las imágenes lleven horas rondando en los teléfonos móviles, los controles se alargan durante buena parte de la jornada.
Son las mismas fuentes de Tráfico las que reconocen que el corredor de Noia-Brión cuenta con buena visibilidad, un trazado acorde y también asfalto en condiciones. Afirman que el desdoblamiento redundaría en mayor seguridad, pero también confiesan que «si no miras a la carretera da igual qué dispositivos se utilicen para aumentar la seguridad. Puedes colocar barreras New Jersey como en una autovía, pero el riesgo está siempre ahí. ¿Cómo podemos evitar este último accidente?».
El gran condicionante, explican, son las zonas en las que dos vehículos circulan a una velocidad media de unos 90 kilómetros por hora teniendo como única barrera entre los carriles pivotes de plástico. Afirman que un choque frontal a esa velocidad el riesgo de muerte o de accidente grave se multiplica. Y ahí no hay radar que valga. El noiés Santiago Dosil, que viajaba con su padre Antonio en uno de los vehículos siniestrados el martes, recibió ayer el alta médica.
El desdoblamiento asumido por la Xunta sigue pendiente
Una de las características más significativas del vial Brión-Noia discurre en paralelo a su trazado. Es el terreno libre que flanquea los tres carriles y que evidencia que la infraestructura ya fue construida con la previsión de su futuro desdoblamiento en autovía. La Xunta comprometió la ejecución de esas obras en noviembre del 2014, después de que una colisión frontal en la que se vieron implicados dos vehículos le costara la vida a cuatro personas. Fue aquel siniestro el que abrió el debate sobre la necesidad de desdoblar el trazado actual, un frente en el que los alcaldes abanderaron esa reivindicación. El Ejecutivo supeditó entonces esas obras a que el vial soportara una intensidad media diaria de 10.000 vehículos. El trazado alcanzó ese umbral en el 2016 y, desde entonces, lo viene superando con regularidad, con la excepción del 2020 por el impacto sobre el tráfico del confinamiento y las limitaciones a la movilidad por la pandemia. Y aunque la Xunta expresó con celeridad su disposición a cumplir, el proyecto no acaba de arrancar. En realidad, no constan avances en su tramitación después de que, en abril del 2018, Infraestruturas adjudicara el proyecto constructivo por 156.308 euros.
Ni siquiera la decisión del Ejecutivo de trasladar su compromiso a los Orzamentos ha permitido hasta ahora avanzar en su concreción. El desdoblamiento del vial Brión-Noia asomó a las cuentas autonómicas por vez primera en el 2018. En cada ejercicio presupuestario desde entonces la Xunta ha dejado constancia de ese proyecto, siempre con la misma asignación de 250.000 euros.
Las prioridades son otras
En los últimos Orzamentos, los que corresponden a este 2022, el Gobierno gallego actualizó la planificación de las inversiones que había trazado en las cuentas del 2021. Fue una forma de asumir el retraso que acumula la ejecución del proyecto para la conversión del vial en autovía. De este modo, la Xunta se marcó el objetivo de finalizar ese proyecto a lo largo del año en curso, lo que permitiría iniciar las obras en el 2023, para lo que los Orzamentos comprometían 4 millones de inversión, y darles continuidad en los próximos ejercicios, con una previsión de ejecutar 8 millones en el 2024 y 8 más en el 2025 y siguientes. El coste estimado de la primera fase de las obras es de 26 millones. El caso es que el desdoblamiento no es ahora prioritario. Además, Infraestruturas no quiere que cualquier decisión al respecto pueda quedar vinculada al accidente del martes, cuyas causas están aún por esclarecer.