Julio Bernárdez: Tengo un sueño para el Obra-Barça de esta noche

JULIO BERNÁRDEZ

SANTIAGO

XOAN CARLOS GIL

«Sería mucho más divertido hacer la crónica del partido un día antes de que se juegue»

04 dic 2022 . Actualizado a las 22:17 h.

Ayer por la tarde me piden que escriba algo sobre el Obradoiro-Barça de esta noche. Y pensé, ¿por qué he de torturar a nuestros queridos hinchas con un tostón? Que si Mirotic tal que si Abrines cual, que el Barça tiene un equipo brutal, que en el Obra están todos malitos, bla, bla, bla.

Pensé. Sería mucho más divertido hacer la crónica del partido un día antes de que se juegue y así contar lo que sería mi sueño para este encuentro.

20.45 horas: Ambiente de gala. Masaguer, nuestro animador oficial, calienta motores y enciende la caldeira. Empieza el sueño, el partido. Salto inicial. Primer balón para el Obra, primera jugada de conjunto. Todo sale perfecto y logramos el primer triple gracias a un tiro franco de Thomas Scrubb.

20.46: Primer balón que toca Nikola Mirotic. Jugada de espaldas en el poste bajo, primeros pasos de ballet y canasta fácil. Es un infierno el que vivieron Álex Suárez y Edgar Vicedo a lo largo de toda la noche. Intercambio de canastas de los dos equipos y llegamos al final del primer cuarto con un esperanzador 19-24.

20.52: Comienzan las rotaciones. Primera vez que se encuentran en el campo dos jugadores argentinos cara a cara. Por un lado, Fernando Zurbriggen. En el otro banco, el mágico Nicolás Laprovittola. Falta contundente del base del Obra sobre la estrella argentina. Nuestro jugador se dirige a su rival y todos esperamos que va a pedirle disculpas. Pero en las primeras filas claramente se escucha, «che, boludo ¿cómo vamos?».

Ningún argentino de bien puede comprender como a alguien se le ocurre poner un partido de baloncesto a la misma hora que se está jugando el Argentina-Australia en el Mundial de Catar. Laprovittola le contesta: «2-0 al descanso. Messi y Lautaro».

21.00. Tiempo muerto de Moncho Fernández. En su impecable inglés y con su habitual suave tono se dirige a sus jugadores preguntándoles amablemente. «¿Tendríais a bien considerar elevar un poquito el tono defensivo?». Los jugadores asienten y el Obra logra un parcial de 0-10, yéndonos al descanso con un empate a 45 puntos.

21.20: Segunda parte. El Barça se engrasa y despliega su poder ofensivo distanciándose en el marcador de forma importante. La caldeira de Sar no se rinde y eleva el tono de animación. Se nota al instante y otro apretón defensivo nos mete en el partido.

21.50. Último cuarto. Empieza con antideportiva de Laprovittola para parar el contraataque del Obra. García González, Serrano y Sánchez Benito revisan la jugada. El astro argentino se dirige a ellos. ¿Para protestar?. No. Les suplica que si de paso que revisan la falta podrían ver cómo va Argentina.

22.15. Último minuto de infarto. Con dos puntos abajo en el marcador, tiempo muerto de Moncho. Pinta una jugada para un tiro de tres. Quiere ganar. En el otro banco, Jasikevicius golpea su brazo con la mano. No nos van a dejar tirar de tres. Falta sobre Álvaro Muñoz. El primer tiro hace la corbata y se sale. Una mirada cómplice con el «coach» nos aclara que va a tirar a fallar. Rebote de Dragan Bender (en mi sueño se recupera de su lesión) y la palmea hacia afuera, hacia Kassius Robertson, que en un tiro que baja con nieve y en el ultimo segundo nos coloca un punto arriba. 85-84. El gigante europeo ha mordido el polvo en las orillas del río Sar.

Podéis decir, Julio, que te estás pasando. Pero si se sueña, se sueña a lo grande. Además, un viejo amigo me dijo que para que las cosas pasen, primero hay que soñarlas.