Dimite Manuel Macía, jefe de ginecología del CHUS: «Hay momentos en los que la vasija revienta»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

SANTIAGO

XOÁN A. SOLER

La gota que colmó el vaso fue el aumento de las guardias que deben hacer los médicos en el hospital de Barbanza; «la estructura de áreas sanitarias no está funcionando», admite

16 dic 2022 . Actualizado a las 13:21 h.

Tras más de un decenio como jefe de servicio de ginecología y obstetricia del CHUS Manuel Macía ha dicho basta y así lo ha comunicado a su gerencia, presentando su deseo de ser relevado: «No es que el hacerme a un lado vaya a mejorar o a empeorar las cosas, pero creo que debo dedicarme a tener una vida un poco más tranquila», asegura tras dimitir de su cargo.

La gota que colmó el vaso fue la obligación de que los ginecólogos del Clínico hagan más guardias en el hospital de Barbanza, pero tal y como explica Macía, «habría que hacer una reflexión mucho más profunda, la planificación de las áreas sanitarias se ha quedado en el papel y las ventajas que podrían tener de cobertura o movilidad no están bien definidas y lo único que hacen es generar tensiones». En su caso, asegura, «hay momentos en los que la vasija revienta y es el momento en el que estamos».

No es un problema exclusivo a Santiago y Barbanza, sino común a todos los hospitales comarcales y servicios. Ocurrió de hecho hace meses en O Barco, en donde hubo que reclutar a traumatólogos de distintas partes de Galicia para cubrir las guardias. Ante un problema «ante el que me veo incapaz de dar una solución razonable para ambas partes», este profesional con años de experiencia se echa a un lado «pero no veo una solución fácil». 

Macía comunicó por correo electrónico a la gerencia su deseo de dejar el cargo el pasado viernes y este martes lo hizo oficial. Los responsables del CHUS manifestaron su intención de reconducir la situación pero el todavía jefe de servicio asegura verlo «complicado».

Para la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Galicia (CESM) esta situación parte de las actitudes «dictatoriales» de la gerencia del CHUS al imponer a los facultativos de ginecología y obstetricia del Clínico el hacer guardias en el hospital do Barbanza durante años, pese a que en un principio se dijo que iba a ser una situación puntual mientras no se encontraba una solución definitiva al problema.

Esta temporalidad acabó convirtiéndose en definitiva por la «incapacidad de la administración», denuncia la CESM, para «incorporar al personal necesario que cubra las necesidades del servicio en ambos centros hospitalarios». Una situación que llevó al jefe de este servicio, Manuel Macía, a dimitir, «a pesar de que todos los facultativos y mir de la unidad le han mostrado su respaldo y apoyo explícito».

El sindicato médico lamenta el «ordeno y mando» de la gerencia, «que no puede amenazar ni obligar a los ginecólogos de Santiago a cumplir más guardias y, por supuesto, que las coberturas de guardias por necesidades del servicio deben obedecer a situaciones puntuales». Desde la llegada de la actual responsable del área sanitaria, Eloína Núñez, han sido varios los jefes de servicio y cargos intermedios que dimitieron. Este mismo año lo hizo el responsable del servicio de medicina interna, Antonio Pose, y también el jefe de urgencias, Francisco Rascado, lo hizo antes de la pandemia tras solo un año en el cargo.

Respuesta de la gerencia 

Desde la gerencia del CHUS aseguran que el área sanitaria implica una atención equitativa a casi 450.000 habitantes de los 45 ayuntamientos que la integran, «as necesidades asistenciais dos nosos doentes son unha prioridade á que temos que dar resposta», insisten, por lo que «nestes intres de carencia de facultativos en determinadas especialidades a xerencia agradece moi especialmente o maior esforzo que implica aos profesionais atender ditas necesidades asistenciais».