Obradoiro Fernández (104)-Manresa Martínez (99)

JULIO BERNÁRDEZ JULIO BERNÁRDEZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

«Hay que recordar que para que algo pase primero hay que soñarlo. Ya lo comenté ante el Barça. Nos veremos en Badalona»

05 ene 2023 . Actualizado a las 17:39 h.

Baloncesto de autor. Al igual que existe cocina de autor o vino de autor, en Sar disfrutamos de un verdadero básquet de autor. Dos equipos con plantillas muy limitadas por diversas razones, que brindaron un espectáculo de primer nivel. Si el lunes asistimos al clásico que representa el baloncesto glamour, la pasada noche en Santiago asistimos al baloncesto de obra, al baloncesto de bajar al bar.

Comenzó el partido con un Manresa más metido, beneficiado por tres balones del Obra que quisieron jugar con el aro y decidieron no entrar. Ferrari empezó marcando el paso del baile. Primera ventaja del equipo catalán. Y nosotros añorando a Bender. Qué difícil va a ser todo sin él, sin sus puntos, sin sus rebotes, sin su valoración. Todo lo que significa para sus compañeros. Cómo lo extraña Blazevic. Qué cómodo estaba cuando su compañero era la referencia interior que acaparaba toda la atención del contrario.

Sabemos que el baloncesto del siglo XXI es tirar de tres, pero en este encuentro el Obra aguantó la primera parte con un baloncesto del siglo XXII. Las pérdidas excesivas de balón y el flojo balance defensivo nos condenó a ir siete abajo al descanso.

Comenzó la segunda parte con un toma y daca de canastas, que provocaron que ninguno de los dos equipos se fuese de forma importante en el marcador. Vicedo, Robertson y Guerrero impidieron que el Manresa se distanciase. Geben, con rebotes, puntos y defensa fue la clave en el Manresa.

Movimientos constantes en los banquillos de los dos equipos, que estaban esperando el instante final. Golpe a golpe, palada a palada, para llegar al momento decisivo. Y Waczynski queriendo que nos acordemos de su paso por Santiago con una pedrada al tablero y un 2 +1 que parecía decidir el encuentro.

Calma en el equipo compostelano, canastas de dos y tiros libres, sin precipitaciones, sin tiros extraños, sin querer resolverlo solamente con un triple. Esta táctica nos pone de nuevo en el partido. Prórroga y a rezar. Robertson dice, dámela, y anota. Y va a la línea y asiste, mete un increíble 3 + 1, que parece sentenciar el encuentro.

Victoria muy importante de la que nos acordaremos cuando la liga llegue a su momento clave. Espectacular encuentro, con dos grandes entrenadores en el banquillo, que saben aprovechar todos los recursos de sus grupos.

Y el sábado más. Hay que recordar que para que algo pase primero hay que soñarlo. Ya lo comenté ante el Barça. Nos veremos en Badalona.