La vecina de Teo que quedó cuarta en el premio Planeta triunfa ahora con su primera novela de intriga

Cuando sus hijos fueron un poco autosuficientes, Marta Estévez Ansede (Vigo, 1972), filóloga afincada en Teo, decidió que era el momento de lanzarse a su vocación, la literatura. Lo hizo pasito a pasito, presentándose primero a concursos literarios. Su primer manuscrito se coló entre los diez finalistas del premio Azorín de novela. Con el segundo, bajo el seudónimo de Camilla Seymour, fue cuarta en el codiciado premio Planeta en el año 2021. A partir de ahí, cuenta Marta, todo vino rodado, «fue el punto de inflexión, a partir de ahí conseguí una agente literaria y en poquísimo tiempo Plaza&Janés se puso en contacto conmigo». Querían publicar el finalista del Planeta, pero tras una videollamada las tornas cambiaron, «me preguntaron si estaba escribiendo algo, les dije que estaba poniendo el punto y final a otra y cuando la envié dijeron: esta».

Marta también lo tenía claro, El secreto de las hermanas Asorey, su primera obra publicada, tenía que ser la primera en ver la luz, «no pasa nada por dejar una novela en un cajón, nunca me empeñé demasiado en que mi primera obra viese la luz, forma parte de mi bagaje para llegar a esto». La novela que ha publicado está ambientada en la segunda República y en la capital gallega. Se trata de una historia difícil de encasillar en un género pero de la que está recibiendo un feedback increíble. Algunos lectores se ponen en contacto con ella porque se apellidan Asorey como las protagonistas, otros por cómo aborda en la novela la escuela pública y el intento de la segunda República por dignificarla, y el 99 % de quienes le escriben mencionan a Manoliño, uno de los personajes del libro. La acogida de la crítica ha sido muy buena e incluso Marta se sorprende de que la primera novela de una desconocida esté funcionando tan bien. Quizás sea por su estructura coral o por su amalgama de novela costumbrista, histórica o policíaca, «son muchas pinceladas pero ninguna más gruesa que la otra», cuenta. Dedicada totalmente a la escritura, ya está trabajando en su siguiente novela, «que no tiene nada que ver con esta, únicamente mi voz narrativa». 

Sacar adelante un libro exige un ritmo de trabajo intenso, así que Marta se sienta a escribir a las siete de la mañana y dedica las tardes a corregir, «si no me lo plantease así no sería capaz de sacar algo en un plazo determinado», explica esta filóloga que se plantea su carrera literaria con una máxima: «En cada libro intento dar un paso, avanzar».

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