Borja Verea está dispuesto a negociar el derribo de la Casa da Xuventude de Santiago con el bipartito, pero no solo con el BNG
SANTIAGO
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«Non se pode gobernar para o que me gusta e para o que non seguir no goberno e dicir que o resolvan outros», dice a CA
02 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El PP está dispuesto a negociar el derribo de la Casa da Xuventude con el ejecutivo de la nacionalista Goretti Sanmartín, pero siempre que este presente una propuesta avalada por las dos formaciones de la coalición (BNG-CA). No le vale únicamente con la participación del Bloque, porque «nós non imos negociar con medio goberno». El ofrecimiento del líder popular, Borja Verea, daría a Goretti Sanmartín el respaldo que no tiene en su socio de gobierno (Compostela Aberta) para tirar la Casa da Xuventude, y que tampoco hallará en el PSOE, en el caso de que la decisión tenga que ir al pleno de la corporación.
Solo el PP coincide con el Bloque en que tirar el inmueble es la mejor opción para la Praza do Matadoiro, pero esa disponibilidad a negociar su derribo con un gobierno unido en torno a una única propuesta implicaría un giro por parte de Compostela Aberta, a cuya portavoz, María Rozas, Verea recordó ayer su compromiso en campaña de que «se ela tiña responsabilidades de goberno nunca permitiría a súa derruba».
Y las tiene, dijo ayer Borja Verea en el programa Voces de Compostela, de Radio Voz. Eso dejaría a Rozas en la tesitura de o «convencer ao seu socio de goberno para que non derrube a Casa da Xuventude» o de «dimitir do seu cargo», tras el compromiso público que adquirió. «O que non se pode é tomar o Concello como unha broma», expuso Verea en el espacio que dirige Alberto González. Y apunta que esta no es una cuestión menor, sino que este es un debate importante en la ciudad, una cuestión que «mobilizou moito voto» y que el mantenimiento del edificio no solo iba en el programa de CA sino que «case é unha cuestión fundacional» para Compostela Aberta. «Polo tanto, que se aclare CA. Se quere negociar co PP, por dignidade, terá que dimitir, porque ela prometeu o que prometeu, e se o que quere é manter a súa promesa, pois terá que convencer ao seu socio de goberno de que non derrube a casa, ou ben romper a coalición».
«Non se pode gobernar para o que me gusta e para o que non me gusta seguir no goberno pero dicir que o resolvan outros», argumentó Verea, quien insistió en que si el gobierno quiere negociar la «demolición e transformación ímolo apoiar porque é unha das nosas bandeiras electorais, pero non ten sentido negociar cunha parte do goberno», concluyó el popular, quien sobre el debate del radar de Conxo, que también se trató en el pleno de anteayer, mantuvo su posición de que debería retirarse. El popular asume que sí «facía falta» el refuerzo de la señalización que abordará el gobierno local una vez que ha recibido el permiso de Demarcación de Carreteras, «pero se eu fose alcalde o retiraría». Insistió también en que el gobierno debería abrir un proceso licitador para el alquiler de autobuses.
Sanmartín pide tranquilidad al PP y afirma que «ninguén dimitirá»
Goretti Sanmartín pidió ayer a Borja Verea que «garde tranquilidade» y dio a entender que el futuro de la Casa da Xuventude tiene todavía un largo recorrido por delante. «Veremos o futuro como se vai concretar cada cuestión e cada forza política coa responasabilidade que ten», dijo al tiempo que dejaba clara la distancia con su socio de gobierno en este tema. Sanmartín situó en ese caso la responsabilidad del gobierno en la propia alcaldía, identificándola expresamente con el Bloque. Con todo, reiteró que las diferencias con CA no pasan de una discrepancia que asumen con naturalidad dentro de un gobierno «unido e cohesionado» y en el que «ninguén vai dimitir», respondió expresamente a Verea.
Por su parte, el PSOE demandó ayer «claridade» al bipartito sobre la Casa da Xuventude y preguntó si Raxoi renunció formalmente al convenio con la Diputación. Sanmartín indicó que esa renuncia se le transmitió personal y públicamente.