Un año de guerra contra la ciberdelincuencia desde O Milladoiro: ciberpatrullas, venta ilegal de armas y robos a Concellos

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El grupo especializado en ciberdelincuencia cuenta con cuatro agentes en O Milladoiro.
El grupo especializado en ciberdelincuencia cuenta con cuatro agentes en O Milladoiro. XOAN A. SOLER

El Equipo @ de la Guardia Civil identificó e investigó este 2023 a 128 personas, cerrando varios casos en los que se habían sustraído miles de euros

17 dic 2023 . Actualizado a las 19:34 h.

Desde una diáfana estancia de Ames hay ocho ojos que patrullan el vasto e inabarcable ciberespacio. Pertenecen a los cuatro agentes del Equipo @ Milladoiro de la Guardia Civil, creado ad hoc para luchar contra la ciberdelincuencia que cada día atenaza y ciñe sus tentáculos sobre los vecinos del área metropolitana de Santiago. Ellos son los encargados de los casos más complicados, de aquellas estafas o robos cibernéticos que pueden arruinar familias, empresas y Concellos. A lo largo del 2023, el equipo investigó e identificó a 128 delincuentes, uno cada tres días, logrando superar los datos del 2022, cuando estrecharon el lazo sobre 101 personas. Seis fueron los operativos de mayor calado, que movieron miles de euros y en los que llegaron a desarticular bandas cibercriminales.

El último en caer correspondió con un vecino de Brión de 48 años al que le incautaron dos rifles de aire comprimido PCP —usados para la caza y el tiro deportivo—, tres revólveres traumáticos y diversa munición. La apodada como operación Arbrin comenzó tras una jornada de ciberpatrullaje en la que uno de los agentes se encontró un anuncio de venta de un rifle de flechas con una potencia de disparo de 100 julios y que, además, requiere de licencia. Más tarde encontró otros, en este caso de armas traumáticas, prohibidas en España. Tras recabar información, los investigadores dieron con el citado vecino de Brión, al que siguieron, tanto presencialmente como por la red, donde siguió ofertando armas. En un operativo físico realizado este mes se lo encontraron estacionado en una carretera secundaria de Brión y, ante la sospecha de que esperase por alguien para realizar alguna transacción, solicitaron la colaboración de la compañía de la Guardia Civil de Santiago para abordarlo. Tras acercarse, comprobaron que llevaba los dos rifles PCP citados; mientras que en su vivienda se encontraron los tres revólveres traumáticos, así como puntas de flecha reforzadas con cuchillas cortantes, botellas de CO2 y flechas de carbono.

Destacable fue la operación Sorrow, que arrancó tras detectar 10 denuncias por la provincia de A Coruña que encajaban entre sí, ya que todas eran estafas en plataformas de compraventa que habían llegado a 49.700 euros. El modus operandi era el siguiente: después de pactar un precio por un objeto, ambas partes acordaban donde realizar el intercambio y el estafador les enviaba a las víctimas un PDF modificado de un supuesta transferencia con el importe adeudado. De esta manera, el investigado, un vecino de Ourense, adquirió un teléfono móvil, dos ordenadores, dos coches, dos motos y unas llantas de un turismo, llegando incluso a estafar a dos empresas de grúas que llevaron dos vehículos a un punto elegido por él. El caso cayó en manos del Grupo @ Milladoiro, que lo identificó y acusó de diez presuntos delitos de estafa, dos contra la seguridad vial por circular sin permiso de conducir; y otro por falsedad documental, ya que uno de los vehículos adquiridos fraudulentamente lo terminó vendiendo a una tercera persona.

Desde Frades

La operación Vaseca permitió desarticular un grupo organizado radicado entre Valencia, Segovia y Cádiz. Saltó tras la denuncia de un vecino de Frades, que había perdido 54.355 euros en una estafa de criptomonedas que comenzó tras recibir una llamada de una trabajadora de una supuesta empresa de inversión. Cada vez que la víctima quería retirar los «beneficios», le pedían diferentes pagos para recuperar los 172.000 que presuntamente había ganado, llegando a abonar los citados 54.355 euros.

Kamen fue el nombre elegido para el caso en el que se identificaron a cuatro ciberdelincuentes de Badajoz, Huelva y Baleares. Surgió tras la denuncia de un padronés que había solicitado un préstamo de 5.000 euros y que terminó perdiendo 51.587 porque lograron acceder a su aplicación bancaria, ya que lo engañaron para que no entrara en todo el fin de semana a su cuenta. Los agentes con epicentro en O Milladoiro acusaron a los dos investigados de Baleares de urdir la treta y de llevarse la mitad del dinero, mientras que el resto actuaron dentro de la organización como mulas económicas.

Los investigadores encontraron a la persona que se llevó 47.305 euros de un Concello

El Equipo @ Milladoiro también logró identificar, mediante visionados de cámaras de videovigilancia, a un vecino de El Ejido al que acusaron de sustraer mediante la técnica del Business Email Compromise (BEC) unos 47.000 euros de las arcas de un Concello de su área de influencia. El ciberestafador realizó envíos desde varias direcciones de correo electrónico en las que imitaba a una empresa que mantenía relación comercial con el ayuntamiento, llegando a aportar un certificado de cuenta falsificado, al que se le remitió el dinero citado. La celeridad con la que se presentó la denuncia permitió recuperar 15.000 euros.

El otro gran golpe del grupo de la Guardia Civil lo recibieron cuatro vecinos de Barcelona, que fueron identificados tras hacerse pasar por un trabajador de banca para que un vecino de Ames les diera los códigos de su teléfono y retirarle unos 7.000 euros. Los atacantes lograron su confianza al tener datos personales que le hicieron creer que sí eran trabajadores de su sucursal.