Antonio Aguilera: «La eliminación de la hepatitis C está cada vez más cerca y Galicia la está liderando»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

El cribado de esta enfermedad arrancó de forma pionera en el área sanitaria de Santiago en el mes de enero y se detectaron 26 pacientes infectados

24 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La Consellería de Sanidade anunció en el último cuatrimestre del 2022 la puesta en marcha de un cribado oportunista para detectar casos de hepatitis C sin diagnosticar. Se denomina oportunista cuando no es la administración sanitaria la que va a buscar al ciudadano —como ocurre en los de mama, colon o cuello de útero— sino que aprovecha la consulta del paciente para proponer esta prueba. En concreto, la de la hepatitis C se hace a todas aquellas personas de una franja de edad que deben realizarse una analítica. Por defecto este indicador se incluye en el perfil básico del análisis de sangre, y es el ciudadano quien debe pedir al médico que desmarque la petición de este cribado si no quiere hacerlo.

En el área sanitaria de Santiago y Barbanza comenzó en la última semana de enero del 2023. Lo hizo con un proyecto piloto que utilizaba por primera vez, y de manera novedosa, la agrupación de muestras como metodología diagnóstica. En concreto en la comunidad gallega esta agrupación se basa en determinar la carga viral del virus de la hepatitis C en grupos de cien muestras de pacientes que acuden a realizarse un análisis de sangre.

El grupo de edad en el que se realiza este cribado es el de 40 a 69 años, y la elección de esta cohorte se debe a que más del 85 % de los casos detectados en Galicia están en esta franja de edad. En Santiago se analizaron ya las muestras de unos 25.000 pacientes y de todos ellos se detectaron 26 infectados que desconocían tener hepatitis C. El cribado comenzó con el grupo de 50 a 60 años, es decir, con los nacidos entre 1964 y 1973, y en años sucesivos se estudiarán las otras dos franjas de edad: los nacidos entre 1954 y 1963 en el año 2024, y los del grupo de 1974 a 1983 en el 2025. 

Una enfermedad curable

¿Por qué es tan importante esta búsqueda activa de casos? Por dos motivos fundamentales. El primero es que los datos que la Xunta dio en la presentación de la estrategia para eliminar esta enfermedad reflejan que uno de cada cuatro diagnosticados presenta una enfermedad avanzada, es decir, la detección precoz es muy necesaria. Y el segundo motivo y no menos importante es que ahora mismo la infección por hepatitis C es curable, es decir, ha pasado de ser una patología grave cuyos pacientes tenían una esperanza de vida limitada a poder curarse con los nuevos tratamientos, algo que ocurre en el 95 % de los casos y en un plazo de doce semanas.

La consellería quiere erradicar esta enfermedad y no se ha puesto un objetivo lejano. No se trata de que desaparezca, sino minimizarla a cifras residuales: no más de cinco nuevos casos diagnosticados al año y no más de dos fallecidos. La Organización Mundial de la Salud se ha propuesto esta eliminación en el año 2030 y el reto de la Xunta de Galicia es adelantarlo al 2026, convirtiéndose en pionera al erradicar esta infección.

Galicia, a la cabeza

Galicia es pionera con su plan para erradicar la hepatitis C y el área sanitaria de Santiago fue la primera en poner en marcha el cribado oportunista a finales de enero. Esto, explica el especialista en microbiología del CHUS y profesor de la USC Antonio Aguilera, sitúa a la comunidad en una posición privilegiada: «Con la implementación de esta estrategia en todos los hospitales públicos de Galicia la microbiología gallega esta liderando en nuestro país la eliminación de la hepatitis C desde el apartado diagnóstico, fundamental para dicha eliminación, ya que para tratar y curar antes hay que diagnosticar».

No se atreve a dar una fecha de cuándo esta enfermedad será residual pero insiste en que se están dando los pasos correctos, «la eliminación de la hepatitis C cada vez esta más cerca, pero sigue constituyendo un reto para los profesionales sanitarios», explica este experto, «debemos seguir trabajando en esta línea y estar preparados para participar en cualquier estrategia que todavía esté por llegar por novedosa que sea». Es posible erradicarla, asegura, «pero todavía falta camino por recorrer». La sensibilidad de la población a realizar esta prueba es muy alta por lo que los índices de participación son elevados. Y es que lo más positivo de haber detectado desde enero 26 casos de pacientes infectados que desconocían estarlo no es solo el diagnóstico precoz, sino que se van a curar, «ya que van a poder beneficiarse del tratamiento que les va a permitir curarse de la infección causada por el virus», añade Aguilera. 

Menos casos de los previstos

Los especialistas se han sorprendido del número de casos diagnosticados, un porcentaje significativamente inferior a las cifras esperadas en esa franja de edad según el estudio nacional de seroprevalencia de enfermedades transmisibles realizado en el 2018, algo que este facultativo del CHUS achaca a que, «en Galicia se está trabajando muy bien de cara a la eliminación de la hepatitis C desde los diferentes campos, como el diagnóstico y tratamiento, y también desde la salud pública».