«Esta fiesta del Paluso es diferente cada año, y cada vez nos emocionamos aún más»

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Chus Iglesias y su grupo de voluntarios sirvieron 137 menús en Navidad y los bomberos distribuyeron regalos a 78 niños

26 dic 2023 . Actualizado a las 14:44 h.

«Esta fiesta del Paluso es fantástica, como siempre. Es diferente cada año, y por difícil que parezca, cada año nos emocionamos aún más». Así resume Chus Iglesias, alma máter de la cita navideña más solidaria de Santiago, la edición actual. El menú navideño, a base de paella y pavita guisada, lo disfrutaron 137 personas, una cifra que sube a 162 al incluir al personal «paluseiro», como ella lo llama, y que cada año ayuda en lo que toque.

Paco Rodríguez

«En Nochebuena vino menos gente de la que estaba anotada. Fue más que en Navidad pero no tuvimos ni tiempo de contarla», explica Chus Iglesias, cuyo tono de voz se vuelve más emotivo cuando destaca la parte de la fiesta en la que se entregan regalos de Papá Noel que madrinas y padrinos del Paluso encargan para niños cuyas cartas no llegaron a Laponia. En este caso fueron los bomberos los que repartieron felicidad a 78 niños. «Aquí, más que ver la cara emocionada de los niños, lo que más te impresiona, y con lo que más te quedas, es con la cara que ponen los padres», destaca Chus. También recuerda que la fiesta infantil de este año se organizó como homenaje a María, una niña en tratamiento oncológico que finalmente pudo acercarse a la fiesta después de la entrega.

Mientras la paluseira por excelencia hace balance de esta edición, una de las comensales abandona la carpa instalada en la Alameda con ganas de despedirse: «Muchísimas gracias, es usted muy amable, se le agradece mucho, mucho, este ratico». «No es nada», le responde la organizadora, que insiste en dejar claro que nada de esta fiesta sería posible sin el grupo que la ayuda, un engranaje de hombres y mujeres que no paran ni un segundo sirviendo platos e incitando a bailar la música que selecciona otro voluntario, que escoge los ritmos en función del público al que se dirige. 

Sobre las cuatro de la tarde de esta Navidad algunas mesas de la fiesta del Paluso comienzan la tertulia de mantel y otras salen al completo a bailar, aunque en la mayoría de ellas todavía queda pan y pavita en los platos. Esto obliga al equipo que ayuda a Chus Iglesias a controlar que cada grupo tenga lo que necesite mientras ella ya piensa en la actividad de cierre: la entrega de juguetes de Reyes.