Este exclusivo roscón de flores y fruta se agotó en Santiago sin ni siquiera mostrar cómo sería: «Es tan bonito que da pena comerlo»

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Rebeca González muestra los roscones, rellenos de trufa o de nata, que hicieron en Dpingas.
Rebeca González muestra los roscones, rellenos de trufa o de nata, que hicieron en Dpingas. PACO RODRÍGUEZ

Es el primer año que Dpingas ofrece este dulce e hizo muy pocas unidades, por lo que solo un puñado de afortunados lo pudieron disfrutar

06 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El roscón de Reyes será hoy el gran protagonista en nuestros hogares, junto con los regalos. La receta tradicional nunca falla, pero cada año salen más opciones para aquellos a los que les gusta probar nuevos sabores. Y hay quien arriesga hasta el punto de comprar un dulce sin haberlo visto ni probado antes, con una confianza ciega en el buen gusto de los reposteros que lo elaboran. Esto sucedió con Dpingas. Es el primer año que hacen roscones en este negocio, el cual nació como una fábrica de desayunos y se ha convertido en un par de años en todo un referente de su sector en Santiago.

PACO RODRÍGUEZ

«No sabíamos si iba a tener demanda entre nuestro público, porque tampoco somos una confitería o pastelería. Era algo que dejábamos en sus manos, que son los profesionales. Pero hicimos unos pocos, por probar, a nuestro estilo. Lo anunciamos por redes, sin foto ni nada, y al día siguiente ya se habían agotado», explica la dueña del establecimiento, Rebeca González Vidal, quien agradece enormemente la confianza que demostraron en ellos todos los que reservaron el postre típico del día de Reyes sin saber ni cómo sería: «La acogida por parte de nuestros clientes habituales fue genial. Les daba igual si estaba relleno o no, y muchos ni siquiera preguntaron el precio», añade. Decidieron hacer un roscón que los representase, con fruta natural y flores por encima, sobre crema de trufa o nata, al igual que el relleno. «En principio íbamos a hacer la versión clásica, pero le quisimos dar ese punto nuestro e incluimos unos frutos rojos, fresas, naranja confitada y las flores, porque es algo que también vendemos aquí. En este caso son decorativas, aunque tenemos pensamientos en la tienda que son comestibles», aclara Rebeca. La masa no lleva anís, pero sí esencia de azahar y cítrico infusionado.

El resultado fue un vistoso roscón que ha recibido todo tipo de halagos: «pintaza», «impresionante», «una preciosidad»... y más de uno ha coincidido en que «es tan bonito que da pena comerlo». Hubo también quien jugó sobre seguro al encargarlo, ya que «dejamos el roscón algún día para que lo probasen en el local los clientes que lo quisiesen y acabamos haciendo unos pocos más». El sabor, dice quien consiguió a ciegas una de sus limitadísimas unidades, estaba garantizado sabiendo de dónde venía: «Cuando hacéis cosas tan ricas es normal que encarguemos antes de verlo incluso».

«Para el próximo año nos volcaremos de lleno con la campaña del roscón de Reyes», avanza Rebeca, quien ya está inmersa junto con su equipo preparando algo especial para la celebración de San Valentín, en la que no faltará su exitosa combinación del dulce y salado. «Estamos trabajando cada vez más el tema del bruch y ha sido una buena temporada, teniendo en cuenta que somos el personal que somos y este ha sido mi primer año de maternidad, intentando conciliar la vida familiar y la laboral», apunta la ribeirense que dirige el local de O Restollal (en la calle Antonio Gómez Vilasó, 5), donde uno puede disfrutar de un cruasán de chocolate blanco y pistacho, tarta casera o un reconfortante café mientras se mece en un columpio.