La tienda de Harry Potter más grande de la Península abre sus puertas en Compostela

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Un reino de magia dirigido por Rubén Sánchez Potas está detrás de Callejón Santiagon

19 may 2024 . Actualizado a las 17:12 h.

El miércoles se vistió con capa y espada para consagrar la expansión de su imperio hasta Santiago el príncipe Rubén, quien en el mundo real (o Muggle, como lo llama J. K. Rowling en sus novelas fantásticas) es Rubén Sánchez Potas, el fundador de Reino de Juguetes. Esta empresa, especializada en las grandes tiendas temáticas, acaba de inaugurar Callejón Santiagon en la compostelana rúa de San Pedro, que ya es el establecimiento dedicado a Harry Potter más amplio de la Península. Tiene más de 200 metros cuadrados, entre la zona de ventas de productos oficiales de la saga y un espacio dedicado exclusivamente a eventos y actividades dirigidos a la denominada comunidad potterhead (el cual será inaugurado el primer jueves de octubre, coincidiendo con la celebración del Harry Potter Book Day). Esta es la sexta tienda que Reino de Juguetes tiene especializada en el joven mago del rayo en la frente, aunque son más una veintena las filiales abiertas por toda España en estos últimos diez años.

«Nuestra empresa tiene una historia muy fantástica. En el 2014 empecé sin ningún presupuesto, pero con mucha ilusión», recuerda Rubén, un badalonés de 38 años nacido un 25 de mayo, Día del Orgullo Friki, y cuyos tatuajes están todos relacionados con Disney o de Harry Potter. «Es algo que llevo en vena. Mi familia tenía una casa en un polígono industrial. Donde yo crecí no había otros niños ni tenía zonas donde jugar, por lo que me he criado con el mundo de la animación y la fantasía. Como se suele decir, la cabra tira al monte, y vi viable juntar mi negocio con mi principal afición», relata el CEO de un reino en el que cada uno tiene su propio alter ego y él es —por supuesto— el príncipe.

Lleva caracterizándose de su personaje desde la primera inauguración, cuando este publicista dio el salto del comercio online a las ventas de cara al público: «Llevaba menos de un año y mi casa ya era una locura, por lo que tuve que salir a la calle. Empecé en un local de 20 metros cuadrados en Barcelona y fue brutal levantar la persiana el primer día y ver a más de 200 niños disfrazados. Diez años después hemos formado una comunidad enorme y somos casi 50 trabajadores». Al frente del establecimiento compostelano estarán como encargados Nacho Ramos y Rocío Zamora. ¿Y por qué eligieron precisamente la capital gallega para esta nueva apertura? «La culpa la tiene el Camino de Santiago, donde encontré la magia hace 2 años. Yo ya conocía la ciudad, y he ido mucho, pero la guinda fue mi peregrinación. Tenía súper claro que Santiago era mi primera opción, aunque no descartamos más adelante llegar a otras ciudades de Galicia», responde Rubén.

Él comenzó su aventura personal como coleccionista hace 14 años, en un viaje a Londres, rememora: «Fue cuando abrió la Warner Bross los estudios de Harry Potter, en el 2012, y vi por primera vez una réplica de la varita de Harry Potter». Con el tiempo pasaría Rubén a tener la primera tienda temática de España dedicada a la saga y a darle fuerza y continuidad a lo largo del territorio nacional. «Lo que la gente se encontrará en nuestra casa es una experiencia, sobre todo, una forma de tener recuerdos bonitos. Para un moodle, o una persona que no desarrolla su magia o no cree en ella, hay hoy miles formas para comprar un producto, pero en nuestras tiendas tenemos una ambientación, valores y especialización que otros no ofrecen. Para un potterhead vivir una experiencia de este tipo no tiene precio y nos gustaría dentro de unos años formar parte de esos comercios de toda la vida que son una referencia para las nuevas generaciones», dice. 

¿Y es el potterismo una moda únicamente infantil? «Harry Potter no tiene edad. Es un mundo extremadamente mágico, seas de la casa que seas, de la luz o de la oscuridad, es cultura, educación y literatura. He podido comprobar que engancha desde a niños pequeños como a sus padres y abuelos. Muchos vienen echando la culpa a su hijo o nieto de acabar viendo todas las películas, leyendo los libros y cambiando sus figuras de siempre por un giratiempo», responde el empresario barcelonés.