Los encerrados en el rectorado de la Universidade de Santiago se atrincheran y boicotean la entrada de los funcionarios
SANTIAGO
El rector, Antonio López, intentó mediar con los portavoces de la asamblea, que piden el cumplimiento de todas sus exigencias para marcharse
11 jun 2024 . Actualizado a las 12:34 h.Que el de hoy no sería un día sencillo, lo sabían perfectamente los trabajadores de la Universidade de Santiago (USC). Después de que una veintena de miembros de la Asamblea Internacionalista do Estudantado e da Clase Traballadora por Palestina tomaran el edificio San Xerome, pocos tenían esperanzas de que este martes sería una jornada de trabajo más. Así lo comprobaron a primera hora de la mañana, cuando los encerrados impidieron su entrada en el rectorado. Los miembros del equipo de gobierno de la USC, con su máximo responsable, Antonio López, a la cabeza, lo intentaron en tres ocasiones. Sin éxito. O se aceptan cada una de sus reivindicaciones, o el encierro continuará sine die.
«Non podemos negociar ao marxe dos órganos democráticos», les dijo López a los encerrados. Visiblemente enfadado, el rector afirmó que el Consello de Goberno analizó y debatió el lunes los 17 puntos presentados por la asamblea, rechazándolos por 30 votos contra dos. Lo que sí se aprobó fue la creación de una comisión de seguimiento para llevar a cabo acciones concretas en favor del pueblo palestino, algo que la asamblea tilda de maquillaje, de un mero truco de cara a la galería y de un simple brindis al sol. Exigen que la USC rompa relaciones con cualquier empresa, institución y universidad que tenga algún vínculo con Israel o que no se haya posicionado directamente en contra del genocidio palestino.
Fuentes de la Universidade confirman que una veintena de trabajadores han tenido que irse a casa. Consideran que lo que está ocurriendo se trata ya de una okupación, de ahí que el diálogo con la Delegación del Gobierno sea constante. Desde la institución estatal muestran un total mutismo sobre si prevén un desalojo del edificio por parte de la Policía Nacional. Desde el equipo rectoral comienzan a creer que el objetivo final de los jóvenes es emular las imágenes de lo ocurrido ayer en la Universidad de Sevilla, donde los antidisturbios tuvieron que llevar a cabo un desalojo del decanato de la Facultad de Filosofía. Según las mismas personas, el personal de seguridad confirmó que en el interior del rectorado no se ha accedido a despachos ni otras estancias, manteniéndose todos entre la zona reservada al servicio de registro y el claustro.
A través de las redes sociales, los miembros de la asamblea han difundido mensajes en los que alertan de un posible desalojo por parte de la Policía Nacional, pero por el momento los furgones que han llegado hasta el Obradoiro son los rutinarios en una plaza que aglutina a miles de personas al día. Los encerrados han emitido un nuevo comunicado en el que afirman que han ocupado el rectorado porque «a USC négase a considerarnos interlocutoras válidas e recoñecer o rol do estudantado e o dereito á protesta coma parte activa fundamental da universidade». Entienden que es la manera de «dar unha resposta pacífica pero contundente».
Sobre las empresas con las que la USC debe romper relaciones, dirigen la mirada a cuatro: HP, Siemens, Amazon y el Banco Santander. Acusan también al rectorado de llevar a cabo prácticas manipuladoras y difamatorias, y destacan que el derecho al trabajo de los funcionarios «parécenos xenial, pero máis nos preocupa o dereito á vida, o dereito á liberdade, o dereito á educación, o dereito á infancia». Además de exigir que se les permita entrar en la comisión creada ayer, reclamaron de nuevo el cumplimiento de sus reivindicaciones para abandonar el edificio: «As nosas demandas non deben quemar plasmadas en papeis mollados».
La Universidade se abre a acoger refugiados palestinos y a estudiar todos los acuerdos internacionales
La USC cumplió la palabra dada por el Consello de Goberno. Lo hizo durante la tarde de este martes, con la celebración de la primera reunión de la comisión que velará por el cumplimiento de varias acciones específicas en favor de Palestina. Entre las medidas que se aprobaron destaca la acogida de universitarios palestinos que han visto como sus facultades han acabado convertidas en ruinas. Se propuso abrir cuanto antes una nueva convocatoria para que puedan trasladarse a la capital gallega para continuar con su formación.
Otro plan que se debatió fue el de colaborar activamente en la reconstrucción del sistema universitario palestino, especialmente en la Franja de Gaza. Desde la USC se buscará, a través de la Asociación Galaico Árabe Jenin, contactar con los responsables de las facultades palestinas para ver en qué medida pueden ayudar.
El tercer punto fue el de reforzar el contacto con las personas palestinas que estudian en Santiago, unas 12, a las que se buscará acompañar en las necesidades que puedan tener. La propuesta más polémica se correspondió con el análisis de todos los proyectos internacionales de la USC. Aunque la entidad compostelana no cuenta con ningún acuerdo bilateral con Israel, participa en planes europeos en los que, además de institutos de otros países, puede haber algunos israelíes. Una vez detectados, se valorarán los pasos a seguir, ya que su abandono puede provocar problemas a los investigadores. También se aprobó el plan para llevar a cabo una reflexión académica para determinar las causas y orígenes del conflicto en Israel y Palestina. El objetivo será el de tomar conciencia de lo ocurrido, así como incorporar todas las voces posibles. Para llevar a cabo todas las medidas, se estudiará abrir una campaña de micromecenazgo. Si sobra dinero, se destinará a asociaciones sin ánimo de lucro que estén ayudando al pueblo palestino.