Uno de cada tres alumnos de la Universidade de Santiago accede a la carrera con más de un 12 de nota media

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / AGENCIA

SANTIAGO

Inicio de curso de la USC en una foto de archivo
Inicio de curso de la USC en una foto de archivo XOAN A. SOLER

Solo hay dos instituciones públicas en España cuyos estudiantes entran con un expediente más elevado

08 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La escalada de las notas de acceso a la universidad no admite discusión. En el curso 2022-2023 los estudiantes de las facultades públicas accedieron con una media de 10,28. Un 10,28 sobre 14, es decir, acceden casi con un promedio de sobresaliente. Los que llegan a la Universidade de Santiago tienen todavía mejores expedientes. El tercero más alto de España si se analizan solo los matriculados vía selectividad —es decir, excluyendo la entrada a través de ciclos formativos u otras modalidades—. Una media de 10,89 en la USC que solo superan la Carlos III de Madrid, con un sorprendente 12,18, y la Universidad de Sevilla, con un 10,93.

Para entrar en una carrera lógicamente es necesario tener al menos un 5. Pero son pocos los que se quedan en ese suficiente raspado. En la USC solo el 0,6 % de los matriculados estaban entre el 5 y el 5,5, incluyendo en este caso todas las modalidades de acceso. Un tercio supera el 12, en concreto el 32,1 %, y otro 38,3 % de los matriculados lograron entre un 10 y un 12. Es decir, el 70 % de los universitarios llegan con más de un diez a los campus de Santiago y Lugo. Si solo se analiza a quienes han hecho la ABAU, el porcentaje sube al 72 %. Hay más diferencia entre hombres y mujeres, ya que en el curso 2022-2023 el 63,6 % de los chicos tenían al menos un 10 de nota media, mientras que en el caso de las chicas la cifra sube al 74,4 %.

Hay varios factores que influyen en estos elevados expedientes en las facultades de la USC pero el más evidente es la demanda que tienen las carreras, sobre todo las del campus de Santiago. Probablemente una sola carrera, Medicina, ya sea la culpable de elevar esta media. ¿Por qué? Muy sencillo. El próximo curso se ofertan 4.709 plazas de nuevo ingreso, y 403 son de Medicina, casi el 9 %. Este grado cerró con un 12,69 el pasado curso, es decir, todos los matriculados tenían una nota superior. 

Pero no es el único grado que eleva las notas: Intelixencia Artificial, Enxeñaría Informática, Biotecnoloxía, Enfermaría, Física, Matemáticas y Veterinaria exigen más de un 11, títulos a los que hay que sumar todos los dobles grados, aunque en este caso se trata de un número de estudiantes muy reducido.

Esta situación es común a toda la universidad pública de España. Solo hay dos que no llegan al 9, Burgos, con un 8,48, y la de las Islas Baleares, con un 8,87. En cuanto a las otras dos gallegas, en A Coruña el pasado curso el promedio fue de un 10 redondo y en Vigo de 9,66.

En el caso de las privadas el Ministerio de Universidades no tiene los datos pero siempre son calificaciones más bajas. De hecho hay alumnos que reservan plaza y en el caso de lograr entrar en una facultad pública acaban renunciando al centro privado.

SANDRA ALONSO

Sara López, entró con un 13,92 a la Facultad de Medicina: «Hay presión porque no tienes margen de error»

Forma parte de ese 32,1 % de universitarios de la USC que en el curso 2022-2023 accedieron con más de un 12 de media a su carrera. Sara López (Ferrol, 2004), lo hizo con un 13,92 y a Medicina, una titulación que tenía muy clara y que sabía que le iba a exigir una calificación muy alta. Por eso no oculta que la presión, tanto durante el bachillerato como durante los tres días de la selectividad, existe: «tienes que obtener la nota que te permita acceder a la carrera que quieres, lo que implica que hasta cierto punto no te puedes permitir fallar mucho porque no hay margen de error en tres días de exámenes. Ocurre lo mismo en el bachillerato de cara a prepararse bien para la ABAU, así que sí hay presión». Una presión que no tiene ahora, terminado segundo de Medicina, «es mucho más temario pero estudio lo que me gusta y no tengo la exigencia de alcanzar una nota sí o sí, así que lo estoy llevando de forma más tranquila». 

Difícil encontrar algo más justo

¿Es la ABAU el sistema más justo para acceder a la universidad? Quizás haya otro modelo en el que puedan evaluarse aspectos vocacionales u otras habilidades pero, advierte Sara, es complicado porque se corre el riesgo de perder la objetividad, «siempre cabe la posibilidad de que haya alguna forma más justa y que evalúe otras cosas, pero me parece difícil encontrar el equilibrio entre la objetividad y esos otros aspectos, teniendo en cuenta la gran cantidad de gente que se presenta», apunta.

Hoy en día la inmensa mayoría de las carreras tienen medias elevadas en su acceso. Pero hay diferencias entre unas y otras. Sara cree que la vocación, la inserción y las condiciones laborales son los elementos claves a la hora de explicar por qué algunos grados presentan una calificación más elevada, «es un compendio, cuando decides una carrera es con vistas a un futuro trabajo por lo que el hecho de poder trabajar en algo que te satisfaga, así como la inserción y las condiciones, son importantes». Ella, finalizado segundo de Medicina, está satisfecha e ilusionada con la elección que ha hecho.