El Concello niega trato discriminatorio a los vecinos del casco viejo por la basura y dice que sancionó a 10 empresas

El Ayuntamiento de Santiago multó este año a 15 particulares y a 10 grandes productores de basura por incumplir alguna de las directrices marcadas por la ordenanza municipal. Las multas, según apuntaron algunos afectados, son de 200 euros, en el caso de los vecinos. Estas sanciones parecen estar haciendo efecto para erradicar el «bolseo» de particulares, que se ha reducido considerablemente desde que se puso en marcha el nuevo sistema de recogida de basura en el casco histórico. Ahora, las bolsas que son depositadas a pie de casa son escasas; y los vecinos mayoritariamente están empleando los contenedores de quita y pon.

Otra cuestión es si tanto los vecinos como comerciantes y hosteleros que dejan sus residuos en las islas móviles hacen un uso correcto de los compartimentos, ya que con cierta frecuencia se ven residuos depositados en el contenedor incorrecto. La selección en origen sigue siendo una tarea pendiente, que puede suponer sanciones a los vecinos y colectivos que son «cazados» en las inspecciones de la Policía Local.

Mientras el «bolseo» se ha ido reduciendo, el cumplimiento por parte de los grandes productores de residuos va a una velocidad totalmente diferente. Las diez multas que, según fuentes del Concello, se han puesto a lo largo del año no han terminado con escenas como la que se ve diariamente en la Praza do Toural, donde la basura generada por un supermercado permanece a la intemperie durante varias horas, y al alcance de las gaviotas, lo que provoca un problema aún mayor; o la que suele verse con frecuencia junto a los contenedores de la Travesa de Fonseca, donde los hosteleros dejan numerosas cajas de cartón apiladas, sin doblar, junto a los contenedores, en la calle. Algo similar ocurre en otros contenedores de la ciudad, como es el caso de los subterráneos de la rúa Nova de Abaixo, en el Ensanche, donde con frecuencia aparecen rodeados de todo tipo de residuos. 

La basura de O Toural

En el caso del supermercado del Toural, el Concello apuntó que «no departamento de Medio Ambiente, foron falar con eles para poñer medidas que melloren a recollida». Esta negociación está amparada por la propia ordenanza, y entre las propuestas que se le plantearon a los responsables del establecimiento está la cesión de colectores de basura para que realicen la separación de los residuos en origen. Se trata de «un trabajo de concienciación».

Roberto Almuiña, presidente de la Asociación de Veciños Fonseca, considera que los hosteleros «tienen barra libre» para tirar la basura en Fonseca, y en su opinión «la Policía Local está desaparecida». Añade que «es una tomadura de pelo. No lo digo yo, lo dicen muchos vecinos. En Fonseca hoy [por el viernes] primero fueron los repartidores y dejaron el palé, y luego los de los bares, que dejaron las cajas sin romper. Si quisieran, tienen hasta el nombre del destinatario en una de las cajas para usar como prueba en la multa». Recuerda que la situación del Toural y de Fonseca no es algo nuevo, «se lo dijimos en su día a [la concejala] Mila Castro, y ahora también a Xesús Domínguez». Almuiña insiste en que «no es justo que tengan un régimen distinto para vecinos y para empresas. Nosotros llevamos la basura a los contenedores y a ellos se la recogen puerta a puerta, y aun así incumplen. No es razonable».

Ante las escenas de gaviotas rompiendo las bolsas de residuos, que terminan esparcidos por la Praza do Toural, los vecinos consideran que forma parte de la permisividad con que actúa el Concello con los grandes productores de basura y la dureza con que actúan con los pequeños. Al respecto, desde el Concello insisten en que, la propia ordenanza establece la posibilidad de negociar un nuevo sistema de recogida para los grandes productores, y justifican así la negociación abierta con el establecimiento responsable de tirar la basura en O Toural.

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