Algo debemos estar haciendo bien los gallegos, así en general. El ánimo se viene arriba cuando en tierras orosinas se convoca un certamen sobre un peregrino que recorrió el Camino Inglés y desde el noreste de Inglaterra responden cinco institutos (ojo: de entre mil y dos mil alumnos cada uno) y los estudiantes envían masivamente sus trabajos. ¿Qué quiere decir masivamente? Pues pasando la expresión a cifras, más de cuatrocientos aspirantes a uno de los cinco premios. Es cuestión de carácter: no se trata tanto de la recompensa como de ser competitivos. Y un detalle no menor: esos premios (y diez diplomas entregados a los que quedaron de segundos y de terceros en cada centro) figuran en el currículo al cual desde niños se empieza a dar forma allá. Otro detalle: dos institutos de la misma zona pidieron información con el fin de participar el año que viene si se vuelve a convocar el certamen. En cualquier comparación al respecto, perdemos.
Hasta esa zona fue la semana pasada Manuel Mirás, presidente de honor de la entidad convocante, la Asociación de Concellos do Camiño Inglés, a disfrutar de un acto multitudinario de cuatro horas de duración que acogió a estudiantes de esos cinco institutos y que abarcó desde un chocolate con churros de bienvenida hasta una conferencia sobre el turismo de Galicia a cargo de dos universitarias, incluyendo, claro, otra de dicha ruta jacobea.
Que todo eso pase a un par de miles de kilómetros del Obradoiro no es un designio de los dioses ni una casualidad. Es el fruto del trabajo conjunto de la mencionada asociación, la Diputación y la Xunta, y es, también, un ejemplo de que juntos llegamos más lejos. Sí, algo debemos estar haciendo bien.