El proyecto de Antón Permuy, que quiere ser incómodo para los rivales desde el primer día, afronta en Los Pajaritos un test de máxima exigencia
31 ago 2024 . Actualizado a las 19:16 h.El campo de Los Pajaritos, en Soria, acoge esta tarde a partir de las 17.30 horas uno de los duelos de la jornada inaugural en Segunda RFEF con más aroma de nostalgia. Se enfrentan dos equipos de municipios de menos de 100.000 habitantes que en su día jugaron en Primera División, el Numancia y el Compos. Dos colectivos que vivieron su mejor época en la década de los noventa, cuando el conjunto entonces entrenado por Lotina en Segunda B jugó cuartos de final de la Copa tras apear a la Real Sociedad, el Racing de Santander y el Sporting de Gijón (cedió frente al Barcelona), mientras que el plantel de Fernando Vázquez llegó a ser subcampeón de invierno.
No es fácil sobrevivir en la élite con pocos recursos. Cuando los resultados deportivos flaquean la cuenta de resultados se resiente. Los dos clubes han pasado por muchos avatares y ahora luchan por tratar de hacer el camino de vuelta.
El Compos ha mirado más hacia dentro a la hora de articular el equipo, empezando por darle la oportunidad a Antón Permuy. De las 21 fichas del primer plantel, la tercera parte, siete, corresponden a jugadores que en algún momento pasaron por el equipo juvenil o el filial antes de dar el salto: Roque, Kike, Hugo Matos, los retornados Manu Rivas y Santi de Prado, y los dos que subieron desde el filial este verano, Landeira y Trasi.
En lo que respecta a la manera de jugar, uno de los veteranos, Samu, que se apresta a vivir su décimo curso en San Lázaro, daba las claves este viernes: «As ideas son claras. O que queremos propoñer está moi claro desde o principio. Púidose ver en todos os partidos amigables. A final de tempada, igual. En fase defensiva, queremos ser un equipo moi incómodo, que ten fases de apertar alto, que sabe defender en bloque baixo. Sobre todo, que sexa un equipo incómodo constantemente, de xeito que o rival nunca estea tranquilo nin se afiance no partido. A base de ser defensivamente moi correctos e moi sacrificados, fai que en fase ofensiva esteamos moito máis cómodos e máis xuntos. A idea é ser un equipo incómodo».
Y dio una de las claves a la hora de comparar esa filosofía con la del pasado curso: «O ano pasado, máis que non querer facelo foi que nos custou mantelo no tempo». De ahí que una de las premisas a la hora de confeccionar el plantel fuese la de inyectar vigor.
En ataque, durante los amistosos, el Compos casi siempre ha marcado en contragolpes o transiciones muy rápidas. Le costó más cuando tuvo que elaborar posesiones más largas. Samu reconoce que en esa faceta es en la que hay más margen de mejora, pero es también la más complicada. Cuando los rivales acumulan gente por detrás de la línea de balón, encontrar grietas es complicado para todos. Puso el ejemplo del Real Madrid en este inicio de campaña.
Antón Permuy no entró demasiado en detalle a la hora de analizar al rival, pero sí subrayó que es un equipo «de bastante envergadura», que despliega un juego físico en el que habrá que tener cuidado con las llamadas segundas jugadas, las acciones a balón parado y el fútbol directo.
Aitor Calle
Aitor Calle, entrenador del Numancia, espera ver esta temporada un equipo «ganador, que compita siempre, independientemente del escenario y del rival».
Al igual que el Compos, le da mucha importancia «a la faceta defensiva», a intentar crecer «desde la portería a cero». Pero también indicó que «para ganar partidos hay que marcar goles», y el equipo soriano hizo veinte en los amistosos de este verano.
El técnico vasco espera «un partido muy atractivo». Y añade: «Un Numancia-Compostela huele a mucho fútbol. Somos dos clubes históricos que estamos ahora en Segunda RFEF pero que tienen un pasado brillante».
Ve al Compos entre los llamados a estar arriba. Y tiene un buen concepto sobre su fútbol: «Es un equipo valiente, que no va a renunciar. Creo que, como nosotros, con sus armas, tiene el objetivo de ganar. Por eso creo que va a ser un partido de tú a tú». Barrunta que los «pequeños detalles» serán determinantes