El Compostela sitúa la raíz de sus problemas en campo contrario

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Antón Permuy tiene las bajas de Diego, Manu Barreiro y Soto, y la duda de Carlos Cinta

20 sep 2024 . Actualizado a las 15:39 h.

El Compostela encara la cuarta jornada con solo un punto en su casillero y con nubarrones en el capítulo de bajas. Para medirse al Langreo este domingo, a las 12 en el Vero Boquete de San Lázaro, Antón Permuy no podrá contar con Diego ni con Soto. El centrocampista se recupera de una lesión de rodilla y el central, expulsado frente al Fabril, cumplirá un encuentro de sanción. Pero no recupera a Manu Barreiro y tendrá la duda de Carlos Cinta hasta última hora. En el mejor de los casos, podría entrar en la convocatoria pero no en condiciones de afrontar los noventa minutos, por un pequeño edema.

El técnico santiagués ni es partidario de buscar disculpas en el empedrado ni de hacerse trampas al solitario. Su análisis sobre el inicio de temporada del equipo es claro: «Cuando perdemos presencia en campo contrario, tanto atacando como defendiendo, vamos siendo inferiores al rival. A partir de ahí el adversario empieza a dominar y a nosotros nos cuesta más competir. Tenemos que acercarnos, tanto con balón como sin balón, a disponer de más presencia en campo rival, con menos pérdidas que nos lleven a defender transiciones, que es donde estamos teniendo el mayor problema. A partir de ahí, si somos capaces de atacar con más gente en campo contario, bien colocados, mejor».

No se rasga las vestiduras, porque ve el trabajo de los jugadores en el día a día y porque el colectivo ha hilado fases de un buen nivel. Lo que no ha conseguido es darles continuidad. Ve potencial para «rendir mejor» y apunta que la confianza es otro factor «fundamental».

Al analizar el capítulo de las ausencias, describe el panorama sin poner la venda antes de la herida: «Bajas tiene todo el mundo y hay que resolverlas, para eso se hace una plantilla con los jugadores que hay. Diego nos da esos kilómetros, ese estar en muchos sitios. Aparte, es un jugador muy rápido. Tenemos que solventarlo añadiendo futbolistas por esas zonas donde no somos capaces de abarcar tanto campo. Sobre las bajas arriba, ya no solo es que sean referencias en el área, sino que nos está faltando tiempo de balón, no perderlo tan pronto, y creo que ahí los dos tienen esa capacidad. Nos dan segundos de balón. Como nos puede dar Fer Cano, que es un jugador con experiencia . Necesitamos suplir eso con más jugadores en campo contrario que nos puedan ayudar a que ese balón dure más, y a que estemos más juntos para suplir esa baja de Diego, para intentar llegar antes recorriendo menos metros, sabiendo que no tenemos un futbolista que sea capaz de abarcar tanto. Hay que intentar aumentar ese tiempo de posesión de balón para, cuando lo perdemos, ser capaces de apretar más cerca».

El Langreo apuesta por un fútbol combativo y de mucho ritmo

«Es un equipo muy agresivo, con mucho ritmo. Viene con mucha confianza, de tres partidos sin perder, haciendo buenos encuentros, siendo muy competitivos. En las últimas visitas aquí siempre ganaron, en los últimos años. Pero también tienen sus puntos débiles e intentaremos ser capaces de aprovecharlos». Así es como dibuja Antón Permuy el perfil del Langreo que espera encontrar en San Lázaro.

Al situarlo en comparación con el Numancia, el Pontevedra y el Fabril, confía en que el estilo de juego le pueda venir mejor al Compostela, sin querer decir con ello que espera un choque más asequible: «Pensando en los partidos que hubo hasta ahora, el Numancia, es de un perfil, y Pontevedra y Fabril se asemejan más entre ellos... No lo sé. Digo esto e igual el Langreo nos lleva a hacer el peor partido. Pero creo que nos puede ir mejor un equipo más del perfil del Numancia, en el que las posesiones no sean tan largas. A la hora de recuperar, con el Pontevedra y el Fabril estuvimos más tiempo detrás del balón. Tienen jugadores de un nivel técnico muy alto y nos hicieron daño cada vez que debíamos recuperar el balón. Un juego más directo, de más disputa, nos puede hacer sufrir menos en el sentido de estar menos tiempo corriendo detrás del balón, no porque seamos mejores defensores del juego directo, sino que ese tiempo que estamos detrás del balón es algo que a nivel mental no nos ayuda cuando no tienes la máxima confianza».