Una santiaguesa con el mundo por montera que luce con orgullo sus cerca de 100 sombreros
SANTIAGO
Ana López siempre tuvo afición por la moda y ahora comparte su pasión junto con una amiga a través de una nueva cuenta de Instagram
26 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Ana López Lorenzo es capaz de hacer amigos en los 3 minutos que le lleva pasar por el detector de metales en un aeropuerto. Viajera, sociable y con la vergüenza justa, su presencia no suele pasar inadvertida allá por donde va y su anecdotario daría para escribir un tomo enciclopédico de un centenar de capítulos, en los que ella bien podría llevar un sombrero diferente en cada ocasión. Es su sello de identidad, un elemento al que pocas veces renuncia y lleva toda una vida haciendo acopio. «Es un complemento que puede realzar cualquier look, aunque hay gente la que le da vergüenza ponerlo. A mí me encantan y, si veo uno que me gusta, me lo compro porque sé que habrá alguna ocasión para ponérmelo. Soy de flechazos, una apasionada en la moda y en la vida», confirma una mujer con el mundo por montera que luce con orgullo una colección que ronda los 100 sombreros, entre los de verano y los de invierno. Y no los tiene cogiendo polvo, ella les saca partido a diario, hasta el punto en que sus amigos han tardado en reconocerla el día en que va con la coronilla al descubierto.
Aunque ha tocado muchos palos —y muy diferentes— en el plano laboral, Ana nunca hizo nada relacionado con la moda. Estudió Trabajo Social, Sociología, estuvo varios años formando a tripulantes de cabina de pasajeros y en la enseñanza no reglada sobre cuestiones de protocolo. Y, desde el 2003, pertenece al gabinete de comunicación e imagen de la Axencia para a Calidade do Sistema Universitario de Galicia (ACSUG). Gran parte de sus contactos son del ámbito académico, un círculo en el que podría parecer frívolo abrir una cuenta de Instagram hablando de moda y tendencias, pero esto no echó para atrás a esta compostelana, convencida de que «la vida hay que disfrutarla». Así es cómo ella y su colección de gorros han irrumpido en esta red social, con el nombre de @lopictendencias, un juego de palabras entre su apellido y el de su segunda de a bordo en esta aventura, Nuria Picos.
«Nuestra relación viene desde hace muchos años. Yo la llamo la catedrática, porque la conocí como profesora de protocolo. Ella controla mucho de proveedores y marcas de alta gama; y yo tengo otro estilo distinto. Una es rubia y delgada; y la otra morena y curvilínea... así le gustamos a todo el mundo», dice entre risas Ana, quien hasta ahora está asumiendo el peso protagonista en las fotos y reels de su cuenta en común. En solo una semana, ya han superado los 400 seguidores. «Yo envié la cuenta a todos mis contactos y me bloquearon en WhatsApp pensando que era spam. Me he reído mucho con la respuesta de la gente, preguntándome si iba a dejar la ACSUG. Es algo que hacemos por divertirnos y está siendo súper gratificante», afirma una santiaguesa estilosa que se desmarca del concepto de influencer. «Yo no quiero influenciar a nadie, me gusta más la idea de comunicar y asesorar, aprovechando mis viajes y nuestro día a día», apunta.