Jorge Riande: «Siento pena por decir adiós a un negocio histórico, pero todo tiene su fin»

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Su abuelo abrió en 1920 el comercio de la Praza do Toural, «el primero que vendió en Santiago trajes hechos»

12 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

No es la primera vez que Jorge Riande anuncia el próximo cierre de su comercio de la Praza do Toural, pero esta es en la que siente más cerca del adiós de este establecimiento histórico. «Tengo que reconocer que hubo otros años en los que dije que me jubilaba, y después me eché atrás, pero ahora la familia pesa más en la decisión», explica Riande. Una de las razones que más dificulta la toma de decisión es «que me da pena decir adiós a un negocio histórico. Siento ser el que cierra el comercio que abrió en 1920 mi abuelo, y que mantuvo mi padre». Recuerda que se crio en el bajo, y «estuve desde niño hasta ahora, pero todo tiene su fin. Yo creo que el 2025 es el del adiós». Jorge Riande recuerda que el artífice del negocio familiar fue su abuelo, Santiago Riande Arce, que emigró a Argentina con solo 13 años, y que al volver en 1918 se planteó que debía buscar una salida laboral. «En 1920, cuando abrió el local, vendía desde tejidos a ropa o sábanas. Fue el primero en vender trajes de chaqueta hechos. Por aquel entonces había muchas sastrerías, los trajes eran todos hechos a medida», y su abuelo vio negocio en la posibilidad de comprarlos hechos, «que eran de calidad excelente y más accesibles». Su abuelo vivió hasta los 104 años, y «estuvo siempre pendiente del comercio. A mi padre, Jorge Riande Álvarez, le falló el corazón, y murió en el 2007». Jorge reconoce que llegó al negocio familiar porque «a mi mujer no le gustaba la idea de que me incorporara a los cuerpos especiales de submarinismo del Ejército». Estaba recién casado cuando su afición al submarinismo, que practica en Couso (Ribeira), le valió un contrato de tres meses para controlar la zona de O Grove donde «estaba de vacaciones Adolfo Suárez; después me ofrecieron seguir, pero la familia tiró más». Desde entonces, el submarinismo a pulmón «es una afición». Tras renunciar a los cuerpos especiales se unió al comercio textil. En su jubilación volverá a pesar más su entorno familiar. «Mi mujer se jubiló hace poco; y mi hijo, que está en Sevilla, quiere que vayamos. Mi hija también quiere que lo deje y empiece a disfrutar del tiempo libre». Riande reconoce que «llevo tiempo preparándome, pero sentimentalmente me cuesta dar el paso». Además de a sus clientes, Jorge echará en falta las tertulias de su local. «Vienen amigos y se debate de todo. Están todos jubilados, así que habrá que trasladarse a otro sitio».