Nigerianos acusados de traficar con personas en España niegan en Santiago los hechos y dicen conocer vagamente a una testigo protegida

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En una imagen de archivo, la sala de vistas de la Audiencia Provincial en Santiago
En una imagen de archivo, la sala de vistas de la Audiencia Provincial en Santiago XOÁN A. SOLER

Según la Fiscalía, supuestamente prometían trabajo a ciudadanos de su país, a los que más tarde explotaban laboralmente o sexualmente

12 nov 2024 . Actualizado a las 19:05 h.

La sección sexta de la Audiencia de A Coruña, situada en Fontiñas, acogió este martes el arranque del juicio contra siete nigerianos, a los que la Fiscalía acusa de traer ilegalmente a España a ciudadanos de su país. Según su relato, les prometían trabajo, pero los acababan explotando laboralmente o sexualmente, como le habría ocurrido a una testigo protegida.

«Los acusados se conocen entre sí, reparten sus papeles a lo largo del proceso y todos obtienen parte del lucro que procede de la explotación de sus compatriotas», defendió el Ministerio Público, que afirmó que ellos facilitaban e incluso ejecutaban el traslado de estas personas desde países intermedios, proporcionándoles alojamiento y documentos para ofrecer una imagen de legalidad.

Según Europa Press, de los siete acusados, solo seis aparecieron por la sala compostelana. Eso motivó que las defensas reclamaran la suspensión del juicio, lo que llevó a que la Fiscalía retirara la acusación contra la mujer que faltaba para poder comenzar con la vista. Ante la jueza pasaron seis procesados, que negaron haber estado implicados en cuestiones ilegales. También dijeron que nunca obligaron a una mujer nigeriana a ejercer la prostitución para saldar una supuesta deuda, indicando algunos que solo la conocían vagamente.

El primero en declarar afirmó que se dedica a la compra de vehículos para venderlos en África y que solo conocía a la supuestamente víctima porque cuidó de su hijo. El segundo en tomar la palabra comentó que era peluquero y que residió en un piso en A Coruña. Allí convivía con otros dos hombres y una mujer, de la cual afirmó que desconocía a que se dedicaba. Aseguró que ella no pagaba por residir en el inmueble y negó que él le crease un pasaporte falso.

El tercer acusado negó usar su nómina para confeccionar otras ficticias para compatriotas y dijo que no llevó a mujeres nigerianas a clubes de alterne. Sobre el resto de procesados, aseguró que conocía a algunos de verlos en la iglesia. En la vista también declaró la exmujer de uno de los procesados, en cuyo piso residió la testigo protegida. Dijo que la conoció en un parque y que le propuso que se mudara con ella y que cuidase de sus hijos, por lo que le pagaba. Otra nigeriana afirmó que vivió con la supuesta víctima dos o tres meses, a la que conoció en la calle, por lo que la ayudó porque no tenía donde meterse. El último en declarar fue una expareja de la supuesta víctima, que negó haberle sugerido que ejerciera la prostitución.

Según la Fiscalía, la testigo protegida nació en Benín City, en Nigeria, y comenzó su viaje hasta España en el 2016 a través de Libia, Nigeria y Níger. Ya en Móstoles le comunicaron que tenía una deuda de 25.000 euros, obligándola supuestamente a prostituirse para pagarla. En julio del 2017 se mudó a Coruña, donde siguió ejerciendo la prostitución.