Verónica Armesto, experta en planificación de viajes: «La gente ve una foto de Santorini y ya quiere ir sin saber cómo se llega»
SANTIAGO
Impulsó una agencia de eventos y ahora organiza viajes para toda Galicia
18 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Las mentes inquietas suelen aprovechar sus días de descanso para pensar en una nueva vida. Proyectos que cuando se regresa a la rutina quedan aparcados en el baúl de los deseos incumplidos. Eso es exactamente lo que no hicieron Verónica Armesto y Roberto Horta, dos compañeros de trabajo en un hotel de Santiago que a finales de agosto del 2008 compartían unas vacaciones en Galicia en las que empezaron a pensar en emanciparse de su compañía. Ya sonaba el runrún de la crisis, pero en octubre tenían montado Infinita Eventos, una empresa nativa digital dedicada a la organización de actos y reuniones que pronto empezó a adaptarse a las circunstancias. «Los viajes llegaron de forma natural. A los pocos meses decidimos abrir una sede física y era habitual que para la organización de eventos utilizásemos de forma complementaria los servicios como agencia de viajes. Esa parte se fue comiendo a la otra, y cuando en el 2017 nos vinimos al nuevo local —en el 117 de Rosalía de Castro— nos centramos definitivamente en las vacaciones, porque los eventos requerían una atención muy intensa y exclusiva», explica.
Verónica y Roberto fueron fijando los marcos de sus ambiciones. Querían ser digitales y trabajar para toda Galicia, pero al mismo tiempo tenían el máximo interés por abrir sus puertas a la gente y tratarla cara a cara. Hoy, con seis compañeros más en plantilla, un 80 % de su actividad se genera en las redes, pero mantienen una intensa relación presencial con los clientes, a los que miman. Tanto, que cuando la pandemia hizo saltar todo por los aires ellos dedicaron los primeros días a traer para casa a gente que estaba por el mundo y a devolver bajo su responsabilidad todos los billetes y paquetes de viajes que tenían contratados. «Imagínate el dinero que hubo que adelantar. Nos quedó un agujero, pero creo que funcionó de maravilla y ganamos muchos clientes gracias a esa decisión», relata.
Arriesgaron en un momento mundial de flaqueza que se vio recompensado con el bum turístico posterior. «Ahora nos llega gente con una foto de Santorini, de una playa o de un hotel y ya quieren ir sin saber ni cómo se llega. No saben dónde está y que, a lo mejor, es necesario coger dos aviones, un barco y un coche de alquiler. Ahí es donde ves a gente que aparece con ideas fijas o directamente sin ideas y percibes que no son las vacaciones que busca, e intentamos ayudarlos». Su valor añadido, sigue, «es orientar todo nuestro producto al público gallego» y a las posibilidades reales de un viaje, en el que tiene un peso decisivo el hecho de que los vuelos sean directos desde Galicia. «A lo sumo que pasen por Madrid o desde Oporto», un aeropuerto que aporta soluciones para ir a destinos del mediterráneo, a Disney o a Roma. «Por cierto —aprovecha para reivindicar— necesitamos ese vuelo directo de Santiago a Roma, porque sigue tirando mucho».
Roberto dedica todo su tiempo a crear productos buscando ofertas que el resto del equipo vende. «Muchos de los viajes que ofrecemos no los encuentras en Internet, porque son por acuerdos competitivos que permiten lanzar paquetes a Canarias más económicos. Y luego están los vuelos chárter con destinos especiales desde Santiago, que si son singulares, vuelan. Así pasó con el último que partió hacia las islas griegas. Ahora está preparando una salida para 30 personas a la India en mayo que liderará ella misma. «Es un servicio que ofrecemos con todo organizado para gente menos atrevida».