El partido llama a controlar el «circo» y recuperar el discurso ciudadano
14 dic 2024 . Actualizado a las 20:06 h.Si la situación interna de los socialistas compostelanos se pudiese equiparar a un incendio el diagnóstico del siniestro en estos momentos sería de descontrol total. La brecha latente desde hace meses entre el grupo municipal y la dirección del PSdeG en Santiago se ha acelerado ante la inminente resolución del expediente abierto la pasada primavera contra el actual portavoz en Raxoi, Gonzalo Muíños, que no ha esperado a la resolución oficial para adelantar que la «próxima semana» será expulsado del partido.
El edil tiene razón a medias. Que será expulsado parece bastante evidente. Otra cuestión distinta son los tiempos que se vaya a tomar el instructor de dicho expediente, que todavía debe remitir sus conclusiones a Ferraz y que puede necesitar algo más de tiempo para una decisión que se va a sostener sobre una docena de argumentaciones con un hilo conductor: las deslealtades e indisciplinas del representante socialista en Raxoi o del grupo de seis ediles, porque no todos los reproches son personalizados.
Muíños trasladó este martes sus alegaciones finales al expediente y horas después se ha esforzado en trasladar a la opinión pública que su más que probable expulsión se fundamenta en dos cuestiones, que tienen que ver con el posicionamiento del grupo municipal sobre la regulación de las viviendas turísticas; y la negativa a alterar la configuración de los cargos de confianza en el Concello para que accediesen a estos puestos personas del entorno de la nueva dirección del partido, bajo la dirección de Aitor Bouza. Pero la realidad es que el traje a medida va mucho más allá, y refiere un buen número de cuestiones incompatibles con la disciplina orgánica.
Conscientes de que la situación ya es insostenible, a la dirección del partido en Santiago solo le queda tratar de manejar los tiempos de lo que califican como un «circo» público muy perjudicial y focalizar el debate en cuestiones ciudadanas. De ahí el intento este miércoles de José Ramón Gómez Besteiro, secretario xeral del PSdeG, de hacer un llamamiento a coordinar decisiones sobre aspectos clave de la vida municipal compostelana como la orientación del grupo municipal ante los presupuestos. Ese aviso a través de los medios fue precedido de un correo electrónico con una propuesta de reunión que tuvo una contundente contestación por parte de Muíños: «Los puentes de diálogo están rotos».
El portavoz niega la deslealtad del grupo y cuestiona el procedimiento
Gonzalo Muíños ha rechazado los cargos que le atribuye el expediente disciplinario que le ha abierto el partido y ha apelado al PSOE a reconducir la situación. Porque el documento que se va a remitir a Ferraz habla de una «indisciplina reiterada» que el todavía portavoz socialista rechaza. Sin entrar en el fondo, considera una «violación fragante das normas legais e da ética» que se estén difundiendo aspectos del expediente al poco tiempo de que este haya presentado sus alegaciones. Muíños sostiene que podrá demostrar públicamente que los reproches y deslealtades de las que le están acusando son, en realidad, «acordos previos» del grupo municipal basados en «decisións colectivas» y posicionamientos electorales.
Pero no solo se defiende. Ayer, en un comunicado, acusó a la dirección local del partido de «intentar suplantar» al grupo municipal que «ostenta o mandato representativo da veciñanza», y de intentar imponer criterios «sen consenso».