El asfalto se hunde en el cruce entre Xeneral Pardiñas y República do Salvador

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Baches y pavimento resquebrajado entorpecen el acceso al cruce

17 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

No tienen mucha suerte en el Concello con el asfaltado de los cruces preferentemente peatonal creados en los últimos años en dos cruces de la rúa Xeneral Pardiñas. Después de varios parches, el de la intersección con Montero Ríos tuvo que ser totalmente levantado para cambiar su diseño y evitar que el paso de los autobuses obligara a tener allí una brigada fija para hacer reparaciones. Y el cruce con República do Salvador tampoco corre mejor suerte. Su aspecto es el de un espacio abandonado, sucio y gravemente deteriorado.

En esta intersección, el asfalto está resquebrajado en la zona central y muy deteriorado en las partes más próximas a las aceras. En la plataforma se dispuso, en la primavera del 2022, una fina capa de asfalto para tapar los restos de las marcas dejadas por las líneas amarillas, que fueron retiradas pero que cada vez se hacen más visibles. Además, el pavimento alrededor de las cajas de registro situadas en la plataforma central se hunde, lo que se nota especialmente al circular en coche por el cruce. La calzada cede también en las cuatro esquinas del cruce. Aunque lo peor está en los accesos desde Xeneral Pardiñas y en la bajada hacia la Praza Roxa desde República do Salvador, donde los baches son un peligro tanto para los neumáticos de los vehículos como para los tobillos de los viandantes.

SANDRA ALONSO

En uno de los comercios de cosmética de la calle, una vecina aseguraba este lunes que hace unas semanas una señora mayor tropezó en el bache y se salvó de la caída gracias a la destreza de su acompañante. Aunque todo el cruce de Xeneral Pardiñas con República do Salvador está rotulado como de preferencia peatonal, unos minutos de observación son suficientes para comprobar que, en la práctica, los vehículos le ganan la partida a los peatones, y que los que van a pie siguen cruzando mayoritariamente por los puntos donde antes había pasos de peatones señalizados. Esto no sucede en el otro cruce, el de Montero Ríos, donde un pavimento diferente deja más claro que los peatones tienen preferencia.