El Concello aligera su deuda con los proveedores y tarda 59 días en pagar
SANTIAGO
El gobierno local anuncia la actualización de 26 ordenanzas y reglamentos
17 dic 2024 . Actualizado a las 20:51 h.El Concello de Santiago se ha puesto a dieta antes de Navidad. Tras muchos meses en los que aparecía señalado en los informes del Ministerio de Hacienda como una de las entidades locales más endeudadas en el pago a proveedores —hasta 17 millones de euros— y con peor período medio de pago —79 días en junio del 2023— el equipo local de Facenda ha presentado unas cuentas que, siendo igualmente excesivas para cualquier administración local, sí revelan un intento efectivo de enderezar el rumbo económico.
Según anunció el edil responsable de las cuentas en Raxoi, Manuel César, la deuda a proveedores se situó a finales de noviembre en 6,9 millones de euros, un millón menos del listón que se encontró el equipo de Goretti Sanmartín al hacerse con la alcaldía a mediados del año pasado. Respecto al tiempo medio de pago de las facturas a empresas que ofrecen servicios, se situó en 59 días, que son veinte menos respecto al mismo mes de referencia, pero 29 por encima de lo que permite la ley.
El concejal nacionalista explicó el desempeño para recortar esas losas que pesaban sobre la gestión económica local, y que tienen que ver con la tramitación de los remanentes del ejercicio 2023: por un lado, se afrontó el pago de cuatro reclamaciones pendientes de la empresa que ofrece los servicios de abastecimiento y saneamiento, que totalizan 2,2 millones de euros y que se acumulaban desde el 2016 por actualización de tarifas y obras en las instalaciones de la depuradora; y, por otra parte, la adquisición de una aplicación informática para la contabilidad municipal compatible con el gestor de expedientes, un avance con el que se confía en presentar mejores resultados a medida que avance el mandato. «O iremos vendo nos próximos meses», adelantó. Con todo, resaltó el «esforzo importante» para seguir abordando obras, servicios y proyectos sociales en una coyuntura de «regras fiscais estritas».
Nueva redacción
Manuel César adelantó estos datos tras anunciar el visto bueno del gobierno local al Plan normativo municipal, un trabajo de largo recorrido que incluye una nueva redacción para 26 normas, doce de ellas ordenanzas fiscales y de precios; y ocho reglamentos sobre diferentes materias.
La iniciativa incluye la revisión de la redacción de tributos como el IBI, ICIO, extinción de incendios, vigilancia de espectáculos o la expedición de documentos, así como las nuevas ordenanzas de precios por la utilización de instalaciones municipales, escuelas, programas de conciliación, comedores o actividades para jóvenes. «E por suposto as agardadas ordenanzas para a recadación do imposto de estadías turísticas e excursionismo», confirmando así que habrá tasa por vía de hospedaje y, previsiblemente, a través de los pasajeros que llegan en autobuses turísticos a la ciudad.
Entre otras cuestiones, este plan va a incluir una nueva ordenanza de gestión de residuos; la de usos de terrazas y quioscos; la definición de zonas de bajas emisiones; de protección de caminos y actividades madereras; o las de convivencia.
Presupuesto de 144 millones sin subidas
César también dio un brochazo grueso a los presupuestos del 2024 y perfiló algún detalle. El montante total se moverá en torno a los 144 millones, una cifra muy similar a la de este ejercicio, con 129 millones destinados a los gastos corrientes y 13 a inversiones. En lo tocante a los ingresos, «non se formula ningunha suba dos actuais impostos e, polo tanto, tampouco o IBI», confirmó después de un runrún que apuntaba a un intento de subir el impuesto de las propiedades inmobiliarias. Sí se prevé una mayor recaudación fundamentada en la mejora de la eficiencia de la gestión de varios tributos o a una inspección más intensa.
A la espera del PSOE
En lo que prefirió no mojarse el edil nacionalista es en las cuestiones eminentemente políticas que rodean a los presupuestos. El bipartito compuesto por el BNG y Compostela Aberta (8 concejales de 25) necesita la colaboración activa de los seis votos del PSOE para sacarlos adelante. La cuestión es si esos seis concejales seguirán en el partido cuando llegue ese pleno y si atenderán las indicaciones orgánicas en una tensa situación de «puentes rotos», como la describió el portavoz socialista, que espera la expulsión del partido más pronto que tarde. César evito posicionarse sobre un conflicto ajeno, pero se mostró «esperanzado» en que los ediles asuman su «responsabilidade cos veciños e cos grandes proxectos» de Santiago.