Mecánicos de la ciudad señalan que la rápida actuación para secar centralitas evitó problemas de más difícil resolución
10 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Después de la tempestad en Santiago llegó ... la visita al taller. Así sucedió con numerosos coches de la ciudad cuyos dueños se vieron sorprendidos por la lluvia torrencial que cayó sobre la ciudad el miércoles hacia las 8 horas de la mañana cuando circulaban por alguno de los tramos en los que en algunos casos el agua sobrepasó la altura de las ruedas. Lo confirma desde Caetano Fórmula Galicia, que entre sus concesiones cuenta con Renault y Dacia en Santiago, el jefe de ventas Luis Samaniego: «Sí que se ha notado el temporal, han entrado en grúa unos seis coches». En un caso, por daños por la caída de un árbol, otro con fuerte golpe y un par de ellos inundados por agua.
Explica que «normalmente cuando llegan con inundación viene un perito para valorar los daños, pero muchos son totalmente reparables. Es lo que se decide en un 98 % de los casos. Es distinto si sucede un caso como la dana de Valencia, en los que están muchas horas dentro del agua», porque centralitas y elementos eléctricos llegan a pudrirse y surgen problemas con el cableado interno de los vehículos. «Pero si es una inundación mínima, los coches vienen preparados para resistir», asegura.
Escape y electrónica
Los problemas más comunes en vehículos de combustión es que se encharque la salida del escape y el motor no arranque, explica Samaniego. «También puede producirse un falso contacto de la batería o problemas de electrónica». El proceso básico de reparación incluye el secado de todas las piezas, reseteado del vehículo y encendido del mismo. Empieza entonces un período de pruebas, con el coche conectado a la máquina de diagnosis para comprobar que no registra ningún error y efectuar un exhaustivo control de las masas para evitar que pueda quedar algún cable suelto.
«A gran maioría xa están circulando de novo»
Las grúas llegaron también a Talleres Bastón. Su gerente, Álex Sánchez, explica que en la misma mañana del miércoles entraron cuatro coches a sus instalaciones: «A maioría ían despacio cando lles entrou a auga, e non lles pasa nada. Apáganse porque se afogan; hai sacar auga de dentro e limpar todo o circuito de admisión, cámbiaselles o aceite, filtro de aire e nada máis. Son avarías sen moito problema. O grave é cando van acelerados, se entran rápido nunha balsa de auga ou collen revolucións para intentar saír, porque poden chegar a doblar unha biela. Se é ao ralentí, normalmente non pasa nada».
Fueron los casos que llegaron al taller, «a gran maioría xa están circulando de novo». También se encontró con un vehículo inundado: «Achicamos toda a auga e estivo co deshumidificador dentro varias horas, e terá que seguir agora na casa para secar ben».
¿Y qué pasa con las centralitas electrónicas? «Se o colles ao momento, como pasou onte [por el miércoles] que chegaron á primeira hora da mañá, sécalas ben rapidamente e normalmente non teñen problema. As que están no solo do coche soen ser as dos airbag que habitualmente van ancladas á carrocería, algunhas de audio e outras de confort, que controlan elementos como o peche centralizado». Coincide con Samaniego, al indicar que el problema es cuando pasan unos días con agua, porque se corroen y se estropean.
Los lavados de vehículos también registraron la llegada de coches afectados por el temporal. René Hernández, encargado de NaturWash en As Cancelas, tuvo que lidiar con alguno de los coches inundados en Santiago: «La demanda de los clientes era secarlos al máximo, no lavarlos. Los aspiré al máximo, incluso tratando de levantar la moqueta, que es muy gruesa en el suelo. Después estuvieron con el deshumidificador dentro horas; fueron coches que llegaron aquí circulando por sus propios medios».