Dos antideportivas de Stevic en el tercer cuarto acabaron con la resistencia del Obradoiro (69-97)

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO LA VOZ / SANTIAGO

SANTIAGO

J. G. G. - LOF

El conjunto gallego solo aguantó con vida 25 minutos y el Burgos sentenció antes de tiempo la final al firmar un parcial de escándalo (2-26)

25 ene 2025 . Actualizado a las 21:50 h.

El Obradoiro se quedó sin título. Perdió la final ante el Burgos: 69-97. Solo aguantó dos cuartos. En el tercero, los gallegos se entregaron. Dos faltas antideportivas de Stevic, cometidas en 22 segundos, revolucionaron a los burgaleses y apagaron la luz del colectivo santiagués. En los últimos cinco minutos del tercer cuarto, los campeones firmaron un parcial de escándalo: 2-26 (del 50-52 al 52-78).

Los dos contendientes arrancaron con una fuerte intensidad defensiva, provocando lanzamientos en situaciones extremas de los exteriores. Además, la imaginación ofensiva no fue tan brillante en Obra y Burgos. Los gallegos fueron los primeros en anotar. Tardaron más de dos minutos. Davison ejecutó un triple. Sin embargo, el de Minnesota se precipitó en dos tiros posteriores. Balvin puso el 5-0 y el Burgos anotó por primera vez a los casi cinco minutos del inicio de la final. Lo hizo con dos tiros libres de Corbalán.

Cremo se estrenó desde el perímetro. Primera canasta en juego de los anfitriones. Quintela, que fue el gran protagonista del primer cuarto al firmar ocho de los dieciocho puntos de su equipo, sumó dos canastas consecutivas y alejó a los burgaleses a siete (13-6). Stephens y Rati, con un dos más uno, mantuvieron el dominio de los santiagueses, que aflojaron en la recta final del primer cuarto. Dos aciertos de Díez y Cuevas cerraron el ajustado 18-16 de la primera entrega.

El segundo cuarto se inició con un dolor de muelas para el Obra: Goloman fue una pesadilla. Puso las tablas en el electrónico a los doce segundos de comenzar, pero Micovic, desde la distancia, adelantó de nuevo a los compostelanos. Dos canastas seguidas de Goloman y un triple de Dani Díez obligaron a Félix Alonso a solicitar un tiempo muerto para frenar la buena inercia del rival. El Burgos se puso con ventaja (21-25).

Ni siquiera el gran despliegue ofensivo de Balvin pudo parar a los locales. El pívot firmó diez puntos en un cuarto casi perfecto. Al Obra le faltó frescura en ataque y perdió intensidad en defensa. El Burgos, por el contrario, dio un paso al frente, subiendo su renta a siete (31-38), con un Obra apagado y dos triples de Díez y Gudmundsson en pocos segundos. Luego, Lapornik le metió el miedo en el cuerpo a los gallegos al conseguir el mayor desequilibrio en el luminoso: 33-41. En ese instante despertó el Obra, que dejó la distancia en solo cuatro peldaños (37-41) al intermedio con dos canastas de Balvin y Rati.

Triples de Muñoz

El capitán Muñoz recortó el espacio entre ambos contendientes (42-45) con un triple en la puesta en escena del tercer cuarto. Fischer respondió desde lejos para imponer respeto, pero se encontró con la respuesta de Muñoz, que convirtió un nuevo triple para dejar la diferencia en dos (46-48).

Corbalán, y sobre todo Goloman, con la buena dirección de Cuevas, subieron un poco el ritmo. El Obra no respondió bien a esta propuesta y el Burgos se fue a ocho (50-58). En ese momento se acabó el partido. El Obra perdió el norte. Bajó los brazos y arrojó a toalla.

Se apagó la luz

Tras anotar Goloman, el duelo cambió de forma radical. Oliver Stevic fue castigado con dos antideportivas en tan solo 23 segundos y el Burgos comenzó con su paseo militar.

En la primera falta del serbio, Cuevas convirtió los dos tiros libres y un triple en su posesión. En la segunda antideportiva, Goloman sumó los dos tiros libres y Corbalán anotó la canasta. Se pasó de un complicado 50-58 a un ya imposible 50-67. En pleno caos, robo y canasta de Corbalán para el 50-69.

El final del tercer cuarto fue una locura, una pesadilla para los gallegos: triple de Lapornik, canasta de Wembi, dos tiros libres de Corbalán y mate del mismo jugador, la estrella de la final. Así concluyó la tercera entrega: 52-78.

Sin más historia

El último cuarto ya no tuvo historia. El Obradoiro, totalmente noqueado, jugó sin alma y con ganas de regresar cuanto antes a casa. La diferencia se fue incrementando, llegando a ser de 33 puntos para los burgaleses: 63-96. Al final se quedó en 28, tras canastas finales de Balvin, Galán y Rati. El Burgos ya ni quiso lanzar el balón hacia el aro rival y se llevó el título con un abrumador 69-97.

FICHA TÉCNICA

(69) Obradoiro: Davison (5), Galán (9), Balvin (18), Jiménez (2) y Quintela (8) -quinteto inicial-; Rati Andronikashvili (10), Grela (0), Micovic (5), Varela (2), Stephens (2), Muñoz (8) y Stevic (9).

(97) Burgos: Gudmonsson (11), Corbalán (20), Stumbris (4), Cremo (3), Fischer (2) -quinteto inicial-; Cuevas (15), Wembi (9), Almazán (0), Barrera (2), Díez (9), Goloman (16) y Lapornik (6).

Árbitros: Francisco José Zafra, Javier Ávila, Rodrigo Palanca. Eliminado por dos antideportivas el obradoirista Oliver Stevic.

Incidencias: Final de la Copa España disputada en el Coliseum Burgos ante 3.751 espectadores.