«No entroido hai que expandir os límites do humor e rirse dun mesmo»

emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Manuel Martínez y Rubén Fuentes encarnan el alma de la fiesta de Lucí, en Teo, que este año abrió el carnaval de la comarca del Ulla

16 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Existen infinitas opciones para clasificar a las personas, pero en esta época del año una que va como anillo al dedo es diferenciarlas entre las que gozan del entroido, las que el pudor les impide disfrutarlo y quienes lo viven desde la barrera. Entre la primera modalidad hay una casta especial que lleva por bandera el espíritu de esta fiesta de la transgresión. En Teo, con un Entroido da Ulla muy arraigado, la representan personas como Manuel Alfonso Martínez, de 76 años, y Rubén Fuentes Sanín, de 24, ambos vecinos de Lucí, parroquia de Teo que este año abrió el tradicional Entroido da Ulla, declarado Festa de Interese Turístico de Galicia.

Manuel lo vive hasta la médula, ya que fue uno de los impulsores de su recuperación en 1992 tras 45 años de sequía. Se metió en faena nada más regresar de Suiza como emigrante. «Cheguei para quedar o 13 de decembro do 91 e recuperar o entroido foi das primeiras cousas que pensei porque que sempre me gustou. E cando en Lucí non o había, ía á parroquia de Rarís, e se o había nos dous sitios ía aos dous. Non daba feito con tantos ensaios», recuerda con total nitidez y tristeza porque este año está de duelo y no tiene ganas de fiesta. De esta celebración le gustaba especialmente vestirse de Xeneral do Ulla y recorrer la parroquia con un caballo propio que ya no tiene. «Buff, eu xinete fun sempre», reconoce esbozando una sonrisa.

Buena parte de sus vivencias carnavalescas están reflejadas en un sinfín de fotografías, incluso algunas antiguas de su niñez participando en otros roles, como en el coro de bonitos. Parte de su legado fotográfico está a buen recaudo en el archivo del Concello de Teo, ya que Manuel prestó estas fotos para que se escaneasen y formasen parte de los fondos locales del Entroido da Ulla.

La prueba de que esta fiesta tiene relevo está en Rubén, que como Manuel es uno de los impulsores de que el Entroido da Ulla de Lucí recobrase vida de nuevo, ya que el carnaval se ha celebrado de forma intermitente desde 1992. Uno de estos regresos fue en el 2017. Rubén tenía 16 años y ya formó parte de una comparsa. El año pasado, metido de lleno en la comisión de fiestas, «démoslle para adiante ao entroido, e agora retomamos a actividade da asociación para seguir co carnaval», relata, siendo plenamente consciente de que «o carnaval é unha cousa que dá moito traballo, hai que organizar ensaios, pedir chaquetas e aparellos para os cabalos, hai que facer os atranques e as cancións».

Tarea desde el San Martiño

La prueba de que «o entroido tenche que gustar moito para organizalo», está, según explica Rubén Fuentes, en que su organización comienza «xa polo San Martiño», la otra fiesta de referencia de Teo, que se celebra el 11 de noviembre.

Con la llegada de la Navidad la cosa coge velocidad y comienzan los ensayos. Y dependiendo de la fecha en la que caiga el carnaval hay que acelerar la faena o tomársela con más calma pero sin dejar de pensar que la lluvia puede tirar por la borda tanto trabajo y dejarles sin dinero para las fiestas, porque los vivas del Entroido da Ulla, esas alabanzas que se lanzan por las casas, sirven para financiar las citas patronales.

Rubén Fuentes es el autor de los textos de los atranques de los Xenerais de Lucí de los dos últimos años, unos diálogos característicos en los que parejas de combatientes, con delicados trajes y con un sombrero lleno de plumas de colores, mueven sus espadas sin tocarse porque las armas de tan particular enfrentamiento son las palabras. Sus textos lo mismo aluden a problemas en la parroquia, a la situación política o a cualquier cosa que forme parte de la vida diaria que se pueda tratar con retranca y mucho sentido del humor. Rubén reconoce que cada vez resulta más difícil elaborar estas batallas porque percibe que las personas a las que van dirigidas no tienen el sentido del humor ni la capacidad de encaje de antaño.

La prueba de sus palabras la tiene el propio Miguel, como atestigua una grabación de uno de sus antiguos atranques con otro vecino de Lucí en el que ninguno de ellos dejaba títere con cabeza sin que nadie se rasgase las vestiduras. Y ellos muchísimo menos.

«Vendo os altos de outros anos, vexo que cambiaron moitas cousas, antes había máis sentido do humor, encaixábanse mellor as cousas. Agora a xente vai, participa pero non hai o sentido do humor de antes», resalta Rubén, que considera que «no entroido hai que expandir os límites do humor e rirse de todo, e tamén dun mesmo».

Teo abre la fiesta con música y chubasqueros

El Entroido da Ulla abrió su cita de este año con más de doscientas personas recorriendo la parroquia de Lucí con una variada comparsa entre la que destacaban los tradicionales correos de vellos e bonitos y los personajes de referencia, como los Correos y Xenerais. El riesgo del lluvias obligó a proteger los delicados trajes con chubasqueros y los vistosos sombreros se guardaron para mejor ocasión. Esto no impidió que Lucí disfrutase durante todo el día dando el relevo hoy a Rarís, también en Teo.