Marta Falguera: «En Kenia aluciné y volví con tanta energía que tenía que hacer cosas»

manolo fraga SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

La presidenta de la asociación Mam Project lucha por crear en Ukunda una escuela para niños con diversidad funcional

17 feb 2025 . Actualizado a las 11:07 h.

Lleva dentro el espíritu del voluntariado. Fisioterapeuta de profesión, Marta Falguera (Santiago, 1996) es la presidenta de Mam Project, una asociación que nació en Galicia en 2022 con la intención de ayudar a familias de Kenia con hijos que padecen diversidad funcional. «Fui allí un mes para trabajar con niños con parálisis cerebral. En Ukunda, una ciudad a 50 km de Mombassa, conocí a Mama Gladys, una referente de la comunidad que alberga en su casa a quince niños con algún tipo de discapacidad. Ella me introdujo en ese mundo y aluciné», según afirma la joven santiaguesa, que acude a esta entrevista acompañada de Sara de Miguel Mandiá, secretaria de la incipiente entidad.

Marta descubrió en su primer viaje al país africano la dureza de la discapacidad asociada a la exclusión social: «Si, a la pobreza, añades discapacidad, allí pasas a la miseria. Te estigmatizan hasta el punto de que las madres sienten vergüenza al salir de casa con su hijo. El ambiente es insoportable. Hay un estudio que habla del 45 % de mujeres que tienen presiones para matar a su hijo, porcentaje que sube al 66 % en el medio rural». A pesar de esta realidad, la voluntaria se encontró con mujeres con «mucha fuerza vital y ganas de sacar adelante a su familia», que se juntan en comunidad para ayudarse entre ellas, según añade.

SANDRA ALONSO

De vuelta a casa, Falguera se pregunta qué puede hacer por ellas. «Regresé con tanta energía que empecé a hablar del asunto con mis amistades, un técnico de Manos Unidas… Y una persona con gran experiencia en cooperación me aconsejó escribir el plan, porque el propio proyecto te irá pidiendo lo necesario, me dijo. Así fue. Estuvimos más de un año formateándolo y formándonos, más allá de nuestras buenas intenciones», tal como explica ella. Llegó entonces el segundo viaje, en 2023. «Fui sola y me quedé un par de semanas en casa de Mama Gladys, durmiendo en un colchón con ocho niños y no comiendo bien. Por si fuera poco, mi anfitriona llevaba mal el hecho de que yo no fuese religiosa, así que el día a día se me hacía muy duro, hasta que tuve que cambiar de alojamiento», según advierte.

Una organización local de apoyo a estas familias, Ukunda Cerebral Palay Centre, la orientó con su idea pidiéndole proyecto y estabilidad. «Tras muchas reuniones y trabajo de coordinación con ellos, ahora podemos decir que tenemos un proyecto sólido, estable y con unas ideas claras», destaca Falguera, que este fin de semana presentó la oenegé y su programa en el centro sociocultural de Conxo. Pretenden crear en Ukunda un centro educativo con equipamiento y personal adecuados, a partir de un aula no adaptada que ya existe. «Abordaremos el proyecto en diferentes fases, empezando por la propia infraestructura, luego la dotación e inicio de la actividad creando al mismo tiempo un espacio de socialización y, finalmente, asegurar su permanencia», según describen Falguera y De Miguel con ilusión. Su propósito es dirigirse a las Administraciones Públicas, colegios profesionales y empresas para recaudar fondos. También han lanzado una campaña de micromecenazgo en Internet con el objetivo de llegar a los 25.000 euros.

«Tengo muchas ganas de volver. Allí tengo amigos y la posibilidad de una vida tranquila. Aquello te pone los pies en la tierra. Y aprendes mucho de ellas y de su sentimiento de identidad panafricanista. Me gusta estar allí», concluye la voluntaria emprendedora. ¡Mucha suerte!