La amarga normalidad del vandalismo en Santiago

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El restaurante Dakar, en plena rúa do Franco, fue la última víctima de los grafiteros
El restaurante Dakar, en plena rúa do Franco, fue la última víctima de los grafiteros PACO RODRÍGUEZ

Las pintadas brotan de manera constante por la ciudad, incluyendo su casco histórico, sin que aparezcan sus autores, que actúan con total impunidad

06 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Como la metástasis de un cáncer, el vandalismo continúa con su tétrica expansión por Santiago de Compostela. Si el martes apareció pintarrajeado el Verderón, vagón fabricado en 1930 que se encuentra en la estación de tren, el espray también golpeó esta semana el corazón del casco histórico, en concreto su calle más transitada: la rúa do Franco. El icónico restaurante Dakar, ubicado a tres minutos a pie de la Praza do Obradoiro, amaneció con tres grandes pintadas en su fachada de piedra: dos grandes letras A rodeadas de un corazón, y lo que parecía una especie de esvástica mal garabateada. A mayores, se dibujó otro grafiti más pequeño en un lateral del restaurante Casa Camilo, donde se podía ver un nombre difícilmente interpretable y un corazón. Hace un par de décadas, el episodio habría sido inadmisible e impensable, pero hoy es solo uno más: el vandalismo se ha convertido en una amarga normalidad, que crece por la ciudad.

«Fai pouco dixéronos dende o Concello que Santiago era unha cidade limpa, pero á vista de todos está que non é así», apunta el presidente de la asociación de vecinos de Fonseca, Roberto Almuíña, que agrupa a los residentes de la zona vieja y que precisa que incluso los carteles de la campaña de Santiago Fráxil han sido vandalizados. En uno de ellos, las pintadas tapan el mensaje que Raxoi enviaba a los turistas: cuidar de la ciudad es algo en lo que todos deben participar. A la vista queda que no ha terminado de calar en los oriundos.

«As sinais tamén están cheas de pegatinas e hai outros cascos históricos en Galicia, como os de Pontevedra e Lugo, que non se atopan así. O Toural está completamente empapelado de carteis de festas. Hai que poñer coto a todo isto porque estase degradando a imaxe da cidade», insiste Almuíña. En la última reunión en la que participaron una decena de asociaciones vecinales, la limpieza de la ciudad fue una de las cuestiones que se trataron, ya que consideran que otros barrios, como San Pedro o el Ensanche, tampoco muestran su mejor imagen. ¿Por qué las cámaras de seguridad que se instalaron por toda la zona vieja continúan sin grabar? Esa es otra de las preguntas que continúan repitiendo los vecinos. «Encheron de cables todas as casas da Rúa do Vilar e non serviu para nada», lamenta Almuíña, quien considera que es necesario que la policía vuelva a recorrer la ciudad para evitar la proliferación del vandalismo: «Calquera día aparecen grafitis na fachada da comisaría».

Fuentes policiales confirman que las sanciones por realizar pintadas pueden suponer multas que van desde los 300 euros por una infracción leve; 750, si es grave; o 1.500 euros, por una muy grave. Si afecta a elementos patrimoniales se multiplican exponencialmente. «Lo que siempre hace falta es coger a la persona in fraganti, si no es casi imposible demostrar que ha sido el autor de la pintada», confirman. El vandalismo, por el momento, campa a sus anchas en Santiago.

El Concello borró 900 pintadas en el 2024

La empresa concesionaria del servicio de limpieza del Concello de Santiago eliminó, durante el 2024, más de 800 pintadas en paredes, hormigón, contenedores y papeleras, así como otras 100 en piedras. Según fuentes de Raxoi, en las últimas semanas se han intensificado estos trabajos tras la aparición de nuevos grafitis. A mayores, el departamento de Emprego retomará el programa para la limpieza de las pintadas en carpinterías que los propietarios de los inmuebles, como responsables de la conservación de los inmuebles, podrán solicitar una vez se resuelva la contratación del personal necesario.

El gobierno aprovechó para hacer «un chamamento xeral ao coidado do patrimonio e, singularmente, da zona histórica, que é patrimonio da humanidade. Neste sentido, tamén traballa e traballou con campañas específicas». Desde Raxoi incidieron en la importancia de una mayor «responsabilidade no coidado do patrimonio, que nos apela a todo o mundo».

El equipo de Goretti Sanmartín lamentó las pintadas que sufrió el Verderón y aprovechó también para destacar el compromiso de Concello de Santiago con el cuidado y respeto al patrimonio, también al industrial: «O gobierno ten unha forte aposta por manter a cidade vida, protexendo o comercio de proximidade e apostando pola vivenda».