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Jubilarse tras 45 años: «Estaba de garda a noite do golpe, e non había móbil!»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

De izquierda a derecha, Juan Cuevas, médico patólogo; Josefa Buela, técnica superior de FP; y Adolfo Bautista, cirujano pediátrico, los tres se jubilaron en el 2024
De izquierda a derecha, Juan Cuevas, médico patólogo; Josefa Buela, técnica superior de FP; y Adolfo Bautista, cirujano pediátrico, los tres se jubilaron en el 2024 PACO RODRÍGUEZ

En el 2024 se retiraron 160 profesionales del área sanitaria de Santiago; este viernes se celebró en el Hospital Clínico de Santiago su acto de homenaje

28 mar 2025 . Actualizado a las 21:07 h.

De administrativos a celadores pasando por auxiliares de enfermería, jefes de servicio, enfermeras o médicos. 160 profesionales del área sanitaria de Santiago y Barbanza se jubilaron en el 2024 y ayer la gerencia celebró un homenaje al que acudieron unos sesenta trabajadores. En nombre de los homenajeados habló el neurólogo Manuel Arias, médico durante 45 años en Santiago. Comenzó en el centro de especialidades Concepción Arenal y después se fue a Conxo hasta que en el 2004 se trasladó al Clínico. Arias recordó algunos de los momentos históricos vividos a lo largo de estas cuatro décadas, como los pacientes con ataques epilépticos que tuvieron que atender durante la visita del papa Juan Pablo II a Compostela, «porque esqueceran tomar a medicación mentres agardaban»; aquel primer TAC de Galeras que una mañana apareció destruido «atacado por desalmados»; o la noche del golpe el 23F, «que me tocou de garda, e sen teléfono móbil!», bromeaba.

Manuel Arias, neurólogo del CHUS, habló en representación de los profesionales jubilados
Manuel Arias, neurólogo del CHUS, habló en representación de los profesionales jubilados PACO RODRÍGUEZ

Arias, mientras sonaba de fondo una panxoliña de la catedral de Mondoñedo, sintonía durante años de la centralita del hospital, se emocionó cuando habló de su traslado al Clínico «porque empezaba a traballar unha neuróloga que leva o meu apelido —en relación a su hija—» y le pidió a Venus, dios el amor, «que aplaque a Marte», dios de la guerra, en alusión al difícil momento político a nivel internacional.

Aunque mantiene su actividad privada, admite que tras 45 años, «se echa un poco de menos el contacto con la gente joven». Asegura que la neurología ha avanzado a grandes pasos en los últimos años, «y entre la neurogenética y la neuroinmunología han revolucionado la neurología del siglo XXI».

Todos los jubilados que acudieron al homenaje en el Clínico, en la foto de familia
Todos los jubilados que acudieron al homenaje en el Clínico, en la foto de familia

Como él colgaron la bata en el 2024 otros profesionales médicos. Adolfo Bautista, jefe de cirugía pediátrica, fue el primer residente de esta especialidad en Santiago, «trabajé desde el 7 de mayo del 79 hasta el 31 de agosto del 2024». De 45 años se lleva mucho, «la cantidad de amigos y pacientes que me saludan por la calle». Él no los conoce, ya que los operó de niño, «pero ellos se acuerdan y me da mucha satisfacción». Mantiene el vínculo y acude de vez en cuando al hospital a debatir y tomar café con sus compañeros, una práctica que siguen la mayoría de los sanitarios que se retiraron en el 2024. Juan Bautista Cuevas, patólogo, se lleva de su larga trayectoria laboral, «muchos amigos, grandes momentos y otros muy tristes». Porque como explica este especialista que se jubiló en febrero del 2024, «somos los notarios del hospital, los que decimos qué es lo que tiene el enfermo, y en mi época, cuando empecé, una mama, un páncreas o un próstata —se refiere a un tumor— eran una sentencia de muerte». Tras un año fuera del servicio activo, Cuevas tampoco ha perdido el vínculo, «no puedes decirle a un escritor que deje de escribir porque haya cumplido 70 años, sigo estudiando. Desconecté bien, con pena pero bien». Y es que, apunta, «el secreto de la evolución de la especie humana es la adaptación».

Conchi Suárez González era auxiliar administrativa en el registro del CHUS
Conchi Suárez González era auxiliar administrativa en el registro del CHUS PACO RODRÍGUEZ

En este acto de homenaje celebrado en el CHUS, al que acudieron el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, el gerente del área sanitaria, Ángel Facio, así como la presidenta de la xunta de persoal, Ana Riveiro, hubo reencuentros. Josefa Buela, técnico superior en anatomía patológica, saludaba con cariño a Juan Cuevas. Empezó en el Canalejo, se trasladó a Ourense —en donde puso en marcha el laboratorio de anatomía patológica en O Barco— y finalmente vino a Santiago. Va de vez en cuando al hospital de visita, como Conchi Suárez González, auxiliar administrativa que trabajó 40 años en el hospital, «la desconexión muy bien, pero echo muchísimo de menos a mis compañeros», admite esta profesional que durante los últimos veinte años estuvo en el registro.

Olivia Varela Meizoso, enfermera
Olivia Varela Meizoso, enfermera PACO RODRÍGUEZ

También le cuesta desconectar a Oliva Varela Meizoso, enfermera que empezó a los 19 años en el Sergas y se retira después de 50 años en activo, «me jubilé en diciembre pero aún me acuerdo todos los días del trabajo», afirma. Lo mejor de su profesión, dice, es el cuidado de los pacientes, «pero reconozco que para hacer una buena asistencia hay que hacer una buena gestión». A todos ellos les agredió el gerente, Ángel Facio, su compromiso con la sanidad pública, mientras el conselleiro de Sanidade los animó a disfrutar en esta nueva etapa de la vida. «Y seguid haciendo lo que mejor sabéis hacer, cuidar».