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Hasta la construcción del puente sobre el río Ulla, los vecinos de este núcleo de Padrón hicieron parte de su vida con el limítrofe de Barcala, en A Estrada
04 abr 2025 . Actualizado a las 10:42 h.El Concello de Padrón celebró este sábado una actividad divulgativa sobre la lamprea en Bandín, en colaboración con la Asociación Cultural Nosa Señora da Merced, imagen de la capilla del lugar. La ocasión valió para conocer, además, parte de la historia de esta aldea de la parroquia de Carcacía a través de tres vecinas mayores: Ermitas Ortigueira, de 93 años; Maruja Cajaraville, de 82; y Elena Dios, de 74. Así, contaron cómo, hasta la construcción hace 30 años del puente sobre el río Ulla, que separa Padrón y Barcala, hacían mucha vida en esta parroquia de A Estrada, limítrofe con Bandín.
Maruja Cajaraville desconoce la fecha en la que los alcaldes de ambos concellos decidieron que los vecinos de Bandín usaran servicios de Barcala como la escuela, o cuándo pasaron a depender eclesiásticamente de dicha parroquia de A Estrada. Pero sabe que «foi antes de nacer eu, no ano 1943, porque a min xa me bautizaron en Barcala», cuenta.
Sí se acuerda de que su abuela le contaba que, debido a las riadas del Ulla, algún difunto estuvo sin enterrar durante dos o tres días por no poder cruzar el río en barca para darle sepultura en Carcacía, lo que motivó el cambio de los enterramientos para Barcala, algo que se mantiene en la actualidad. «Os defuntos de Bandín están enterrados en Barcala e todos os veciños temos panteón nesa parroquia», aseguran las vecinas. De hecho, el último domingo de cada mes hay misa en la capilla de Bandín y no en la iglesia parroquial de Barcala, oficiada por el titular de esta última.
«En Bandín sempre houbo moitas barcas e todos os rapaces sabíamos remar. Criámonos sen demasiado medo ao río e, afortunadamente, nunca pasou unha desgraza», rememora Maruja Cajaraville, en alusión a cuando, antes de la construcción del puente en 1994, cruzaban en barca a Carcacía. «Realmente, os de Bandín criámonos entre dúas augas», señala esta lugareña, en alusión a que hacen vida en Carcacía, de un lado del Ulla, y en Barcala, del otro.
En este sentido, la vecina cuentan que la gente de la aldea padronesa siempre fue muy bien acogida por la de la parroquia de A Estrada: «Moito do que temos veu por eles». Así, explica que a la parroquia estradense le deben el hecho de tener concentración parcelaria y, con ella, las primeras carreteras, o la llegada del suministro eléctrico. «Aínda que pertencemos á parroquia de Carcacía, tamén nos sentimos veciños de Barcala», resuelve Maruja.