Turistas del mundo todos, aprovechen! Esta Semana Santa van a poder disfrutar de las últimas vacaciones en Santiago sin pagar peaje. Por favor, aceleren sus reservas y eleven ese modesto 70 % de ocupación hotelera prevista para el puente, que a este paso no van a llenar ni las camas del centro histórico. Si no llenan, siempre nos quedará el argumento tranquilizador de que la Semana Santa no es plato fuerte de degustación turística en esta ciudad, solo una estrecha puerta de entrada de tres días (jueves a sábado, por muy santos que sean) al festín que se prolonga hasta el otoño. Precisamente por eso, porque será un anticipo de lo que puede o no venir desde este momento. O tal vez, no. Puede que quienes prevén visitarnos prefieran esperar a que se les imponga el pago de la tasa de 1 a 2,5 euros/noche, depende de si usted es poco más que uno de esos denostados excursionistas que, por no dormir aquí, se escaquean de pagar o si es un ricachón que se puede permitir un sueño gran lujo en el Hostal con vistas a la Catedral. En ese caso, sería perfectamente comprensible, porque la Compostela que se van a encontrar de buenas a primeras va a ser distinta. Y se lo podremos agradecer a ustedes, turistas todos, porque los sufridos vecinos también nos vamos a aprovechar, de rebote, de la radical transformación, por fin y para bien: para empezar, ustedes y nosotros vamos a tener un taxi a mano sin eternizarnos en las paradas; vamos a disfrutar de una ciudad impoluta incluso fuera del machacado circuito de las cuatro calles y plazas del entorno de la Catedral, que por algo se están disipando las barreras y ustedes ya se atreven a asomarse al más comercial Ensanche; vamos a alegrarnos la vista y el ánimo con los floridos jardines de postal, que a ver si nos enteramos de que ha llegado la primavera; vamos a tener, por fin, un bus urbano sin averías, puntual y moderno incluso en la ruta del aeropuerto; vamos a poder caminar por el empedrado monumental sin riesgo al castañazo; incluso vamos a poder gozar de las áreas recreativas del Paxonal y de la Granxa do Xesto saboreando un piscolabis en sus coquetas cabañas de madera. Sí, es comprensible que ustedes, turistas todos, estén deshojando la margarita: venir esta Semana Santa o esperar a este verano, al siguiente... o al del 2027, que será Xacobeo.