Paraguas, ponchos y plásticos: la lluvia no puede con el tirón de Santiago
SANTIAGO

El mal tiempo se alía con Compostela, que recibe a miles de peregrinos y turistas que cambian la oferta costera por el patrimonio y el buen comer
18 abr 2025 . Actualizado a las 16:40 h.Ocurre en verano y también en Semana Santa. Cuando el tiempo se complica, Santiago gana. Tener el sambenito de ser una de las ciudades con más precipitaciones de Europa tiene eso, que se da por hecho por la lluvia, y cuando toda Galicia sufre, Compostela siempre es una buena opción para pasar el día.
Peregrinos, turistas y también algunos paseantes locales tiran de recursos para protegerse estos días sin dejar de disfrutar del patrimonio o de una buena comida. Las calles del casco histórico son una verdadera pasarela de paraguas, ponchos y plásticos al vuelo más o menos improvisados, como improvisadas están siendo también las visitas a los restaurantes. «Estamos llenando, pero con la gente que aparece por la puerta», comentaba este jueves a mediodía un veterano hostelero con el comedor a reventar en A Raíña.
Los que más han sufrido son los hoteles de la ciudad. Tenían prevista una ocupación del 70 %, que sería aún mayor en los establecimientos del casco histórico. Según intuían a principio de la semana, lejos de ir a más, empezaron a gotear las disculpas telefónicas y las cancelaciones en las plataformas. Con todo, los accesos a la catedral, con largas colas de espera, ofrecían una imagen más propia de finales de julio o de agosto.
De lo que no han podido disfrutar ni los turistas ni los compostelanos es de las procesiones. Ni el Jueves ni el Viernes Santo fueron propicios para salir a las calles de la zona vieja, y las cofradías han preferido organizar pequeños actos a cubierto antes de comprometer las imágenes y la salud de los participantes.