La renovación definitiva del transporte urbano de Santiago no llegará al menos hasta el 2027
SANTIAGO

El bipartito optó por un nuevo concurso hace dos años, pero aún no lo licitó
19 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Prácticamente dos años después de que el Tribunal Administrativo de Contratación Pública de Galicia anulase parcialmente los pliegos para adjudicar la nueva concesión del transporte público urbano, Santiago sigue sin convocar el concurso que ha de poner fin a la actual prestación en precario del servicio. Esa demora, que el gobierno de Goretti Sanmartín (BNG-CA) justificó inicialmente en la revisión de las condiciones para la prestación del servicio, y ahora en el estudio de varias sentencias que afectaron a otras ciudades, situará su renovación definitiva en el 2027. Y más bien hacia su final. Eso, en el mejor de los casos.
Será, en cualquier caso, once años después del vencimiento del último contrato. Un decenio que ha dejado a la ciudad sin la incorporación de las prestaciones que las nuevas tecnologías han aportado al sector en ese período y con las incomodidades de una flota avejentada y trasnochada, además de con una factura anual de 1,3 millones en los alquileres de los 23 autocares que sustituyeron a los que ya no resistieron tanta espera. Y con una imagen más que cuestionable para una ciudad turística que este verano implantará el impuesto por estadías.
Con los procedimientos y los plazos que exigen las licitaciones de este tipo de servicios, antes del 2027 ya será imposible disponer de la nueva flota: de la definitiva, porque la concesionaria deberá aportar una provisional en los primeros tres meses del contrato. Y eso contando con que el concurso se abra este año. Porque el gobierno ha superado, y de largo, cualquier previsión inicial. A Sanmartín se le ha atragantado tanto como a Sánchez Bugallo un concurso que debió haber dejado resuelto, o al menos encaminado, Compostela Aberta antes de abandonar la alcaldía en el 2019. Pero ni siquiera llegó a convocarlo.
«Urxencia dos cidadáns»
La nacionalista, que iniciaba su mandato prácticamente cuando el Tacgal echaba por tierra (el 30 de junio del 2023) el pliego que Sánchez Bugallo había licitado hacia el final del suyo, afirmaba entonces que el Concello adoptaría la solución que implicase el menor retraso, porque había «urxencia por parte dos cidadáns». La decisión se reducía a si se modificaban las directrices anuladas en el pliego o si se iba a una nueva convocatoria. Raxoi justificaba entonces que la entrada en vigor de un nuevo convenio en el sector del transporte alteraba el estudio económico y optó por programar un nuevo concurso, que todavía hoy, casi dos años después, sigue sin concretarse.
El bipartito aprovechó para introducir cambios en el diseño del servicio y revisar las tarifas, y en marzo del pasado año, hace catorce meses, presentaba el nuevo estudio de costes, que incluía la introducción de un servicio de transporte nocturno y la conexión con el rural, además de la creación de una línea que conectará los extremos del municipio entre Oroso y O Milladoiro.
Unos meses después, lanzaba un anuncio al mercado en el que preveía la apertura del concurso para marzo del 2025, aunque su pretensión era no llegar lejos en el calendario. En septiembre pasado, el responsable del servicio, Xan Duro (Compostela Aberta), apuntaba que ese plazo «era moi xeneroso» y que se había fijado así para evitar tener que reiterar ese anuncio al mercado.
Silencio en Compostela Aberta
Ese margen, sin embargo, ha quedado más que superado y desde Compostela Aberta guardan absoluto silencio sobre la fase en que se halla el procedimiento, después de que en enero, cuando el gobierno dio cuenta de sus objetivos para este año, justificasen que todavía no se hubiese convocado el concurso porque estaban estudiando varias sentencias sobre ese mismo servicio en otras ciudades, entre ellas, Ourense, para que el pliego compostelano saliese con todas las garantías. Y en esas siguen, cuatro meses después, a tenor de lo apuntado hace días por la alcaldesa en Radio Voz.
La cuestión ahora está en si se llegará a licitar este año. Porque, una vez que el Ayuntamiento resuelva que el pliego está perfecto, las condiciones con que pretende convocar la nueva concesión posiblemente tengan que pasar de nuevo por la Xunta Consultiva de Transporte de Galicia, antes de remitir el expediente a la Oficina Nacional de Evaluación (ONE). El organismo estatal tendrá la última palabra. Pero todavía no le ha llegado la propuesta de Santiago. Eso apunta al menos el silencio del área de Mobilidade. La ONE deberá informar en el plazo de un mes, aunque cualquier aclaración que precise pondrá en marcha de nuevo ese plazo. A los socialistas se les atascó ahí el proceso varios meses.