Fernanda Guzmán, la fotógrafa de los niños con estudio en Ames

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Fernanda Guzmán Morales en el estudio de Happy Memories (en la avenida da Peregrina 15, Bertamiráns), donde busca «que la familia se lo pase bien y salga sonriendo en las fotografías, con un estilo lifestyle». Además de retratos familiares, hace fotos de embarazo, recién nacidos y de eventos (bodas, bautizos, comuniones, cumpleaños...).
Fernanda Guzmán Morales en el estudio de Happy Memories (en la avenida da Peregrina 15, Bertamiráns), donde busca «que la familia se lo pase bien y salga sonriendo en las fotografías, con un estilo lifestyle». Además de retratos familiares, hace fotos de embarazo, recién nacidos y de eventos (bodas, bautizos, comuniones, cumpleaños...). XOÁN A. SOLER

Happy Memories es muy popular entre las familias, a pesar de que lleva solo un año abierto en Bertamiráns

27 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay algo en las fotos que hace Fernanda Guzmán a los niños que engancha, un je ne sais quoi impregnado de ternura y naturalidad. Los pequeños de la casa son la especialidad de esta chilena de 31 años, al frente de Happy Memories, un estudio que abrió sus puertas la pasada primavera en Bertamiráns y ya es todo un referente en el retrato familiar. «El año pasado, solo llevaba 6 meses abierta, y me llegaron más de 60 familias para sacarse una foto navideña, tipo Christmas card», recuerda una artista que, por aquel entonces, tenía unas expectativas «bastante más bajas».

Fernanda lleva media vida en Ames. Se asentó con su familia cuando tenía 12 años en Negreira y, a sus 15, se mudaron a tierras de A Maía. Cuenta que desarrolló una conexión especial con los menores de edad tras hacer el ciclo superior de Animación Sociocultural, además de realizar luego la carrera de Magisterio (a falta de una asignatura). «Me quedé embarazada de Noa, que ahora tiene 3 años. Fue un parto complicado, en el que casi me muero, por lo que me quedó pendiente Estadística», explica. Su hermana mayor, dice, es la culpable de su incursión en el mundo de la fotografía: «Ella tenía un estudio en Santiago (Y al fin te encontré), que ya traspasó. En cierto momento de su vida necesitaba ayuda en él, porque su marido estaba enfermo, y yo quería apoyarla, ya fuera atendiendo a los clientes o haciendo reír a los niños para las fotos, aprovechando que llevaba 7 años trabajando con ellos y se me daban muy bien». Fernanda no había cogido una cámara profesional hasta que empezó allí a practicar con ella y ya no la soltó más.

Le costó dar el paso, por miedo a defraudar y no cumplir las expectativas de su hermana, pero una de sus empleadas le dio el empujón que necesitaba, confiesa: «Ella estuvo enseñándome. Me decía que tenía buen ojo y que nunca había visto una evolución tan rápida». Así es cómo empezó a tomarse más en serio la fotografía Fernanda y, aunque acababa de llegar a su casa un bebé, eso no la frenó para emprender una vez que se sintió preparada. «Por suerte, cuento con el apoyo de mi pareja, que siempre me echa una mano, a pesar de que trabaja en otras cosas. Reconozco que es estresante, pero agradezco tener mi propio negocio porque puedo estar con mi hija más tiempo y que venga conmigo al estudio. Ella sabe que su mamá hace fotos y, a veces, hasta me ayuda haciendo reír a los peques», desvela sobre su arma secreta, una chiquilla risueña y expresiva a la que le gusta mucho estar detrás de cámaras y muy poco delante.

¿Y cuál es el truco para que todos los pequeños salgan bien en sus retratos? «La clave es que disfruten y se lo pasen bien. Yo no espero que un niño se quede quieto, eso va contra su naturaleza... lo que hago es distraerlos y los fotografío jugando», indica una profesional a la que no solo recurren clientes de la comarca sino también de otros rincones de Galicia (Ferrolterra, A Coruña...). El boca a boca hizo que la fama de Happy Memories corriera en Ames y los municipios limítrofes, pero las redes sociales han conseguido atraer a un público mucho mayor, cautivado por las fotos y vídeos de sus sesiones en estudio y eventos.

Fernanda trabaja tanto en formato digital como tradicional: «Últimamente se vuelve a demandar la foto física, que durante una temporada estuvo a punto de desaparecer. Yo siempre hago la foto horizontal para el marco y la vertical, pensando en Instagram, para que tengan siempre las dos posibilidades».