Otro San Xoán laborable reabre el debate sobre el segundo festivo de elección local

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

El comercio defiende San Roque; los hoteles, el martes de Carnaval; y restauración, el 24 de junio

22 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada uno de los sectores productivos de Santiago optaría por un día festivo diferente en función de sus interés económicos. Hay sectores comerciales que defiende la tradición del santo milagrero San Roque, aunque poco a poco gana adeptos su rival más directo, San Xoán, empujado por el crecimiento de las cacharelas que estos días organizan en todos los barrios y parroquias de la ciudad. El día que menos suena es el martes de carnaval, una jornada en la que hace unos años era habitual que el comercio cerrara por la tarde, para poder disfrutar del desfile. Por ahora, nadie se cuestiona la jornada festiva del jueves de la Ascensión, mientras que la de San Roque genera debate siempre que se acercan el martes de entroido o, como sucede estos días, el San Xoán.

El Ayuntamiento solo opta por uno de estos dos días —Martes de carnaval o San Xoán— cuando el santo de la peste cae en domingo y, por tanto, deja libre su plaza en el calendario de festivos. La elección, en cualquier caso, corresponde a la corporación, y casi nunca se impone el deseo de quien gobierna en cada momento.

El comercio, con San Roque

Los representantes del comercio, tanto Compostela Monumental como Comercio punto Compostela, tienen clara su elección, y es San Roque. Tradicionalmente, el 16 de agosto ofrece a los trabajadores de ese sector la posibilidad de alargar sus vacaciones, al sumar esa jornada festiva a la del 15 de agosto, Nuestra Señora. De ahí que los portavoces del gremio no se cuestionen el cambio de los festivos locales. José Antonio Seijas, presiente de Comercio punto Compostela, asegura que en el sector no es habitual disponer de un mes de vacaciones seguido, sino de quincenas sueltas. «Los dos festivos de agosto alargan un poco las vacaciones. Así, en lugar de 15 días, tienes 17», explica. No hay que olvidar que en agosto muchos compostelanos se marchan de vacaciones y, por tanto, bajan las ventas, lo que permite ofrecer descanso en el comercio. Por su parte, el gerente de Compostela Monumental, José Ángel Blanco, indica que «por tradición, el sector defiende San Roque». Apunta que en Santiago «el peso del funcionariado es muy importante, y ya se piden el San Xoán». En relación al martes de entroido, los comerciantes consideran que la escasa tradición de estas fiestas en la ciudad no invita a convertir en festiva esa jornada.

Frente a la defensa de San Roque festivo, los representantes del sector de los hoteles hacen un reflexión puramente económica. José Liñares, de la Unión Hotelera de Santiago, considera que «hablando económicamente, quizás el martes de carnaval es el elegido, porque es temporada baja de turismo y hay un menor impacto» para los establecimientos hoteleros. De hecho, son muchos los que están cerrados en esas fechas. Sin embargo, Liñares reconoce que, en el caso de los hoteles con un importante volumen de trabajo vinculado al cliente de empresa o congresos, la mejor fecha sería la del 16 de agosto, cuando los desplazamientos por trabajo caen casi a cero. En cualquier caso, a nivel personal, Liñares apuesta por San Xoán.

Para complicar aún más el debate, en la Praza de Abastos de Santiago optan por un San Xoán festivo. «Venderíanse moitas máis sardiñas, pan de broa e churrasco se fora festivo, porque a xente pode quedar a participar nas festas e facelas tamén nas casas», apuntan. También en el sector de la restauración son partidarios de un 24 de junio festivo, que permitiría disfrutar plenamente de la noche de San Xoán. En opinión de Lois Lopes, de Hostalaría.gal, el día de San Xoán debería ser uno de los festivos autonómicos fijos cada año. Precisamente, en el próximo 2026 será festivo, al ser la alternativa elegida al caer en domingo el 17 de mayo, Día das Letras Galegas. También Turismo y Hostelería considera que San Xoán sería un buen día festivo, porque el sector de la restauración tendría económicamente mejores datos.

Uno de los colectivos profesionales más numerosos en Santiago es el de los funcionarios, incluido el profesorado universitario, que mayoritariamente elige el mes de agosto para sus vacaciones de verano. En este grupo, según corroboran varios docentes y funcionarios consultados, prefieren cualquier otra fecha para el festivo antes que San Roque. Dolores, funcionaria del Estado, elige San Xoán «por las hogueras, las sardinas, las flores y el agua de San Xoán, que están más arraigadas», reivindica.

PACO RODRÍGUEZ

San Pedro iniciará el miércoles sus fiestas, con citas musicales y talleres hasta el domingo

En el barrio de San Pedro tendrán en esta recta final del mes poco tiempo para el descanso. Además de celebrar por todo lo alto la festividad de San Xoán, con una de las cacharelas más populares y exitosas de Santiago, desde el próximo miércoles 25 hasta el domingo 29 disfrutarán de las fiestas del barrio. El primer día, a partir de las 20.30 horas, en el Cruceiro de San Pedro, Carmen Cutrín, de la Anpa del colegio Apóstolo Santiago, se encargará de ofrecer el pregón. No faltarán ese día propuestas musicales, teatro y charla. El jueves volverá a organizarse el taller de cabezudos, que ya se celebró el año pasado con gran éxito, y se propone también una yincana fotográfica. Elsa Pereira acercará, en la praza da Angustia, la danza contemporánea. El viernes, se sumarán a los talleres otras iniciativas musicales, en las que participarán grupos del centro juvenil de A Almáciga, y a última hora una gran foliada llenará la calle y animará los locales del barrio con cantos de taberna y panderetas. El sábado, además del tradicional mercado del barrio, se repetirán los talleres, rutas y pasacalles, así como la música de la banda, sesión vermú y verbena. Y el domingo, la romería de Belvís despedirá la fiesta hasta el próximo año.

SANDRA ALONSO

San Xoán, en auge

 Marga Mosteiro

San Xoán o solsticio de verano, aunque no coincida exactamente con él, debería ser un festivo inamovible. Así debería ser, más que por el propio 24 de junio, por su víspera. La noche de San Xoán es una de las poquísimas jornadas en las que coinciden en la calle gentes de todas las edades para vivir la ciudad. Esa noche es para ahuyentar los malos augurios, decir adiós al invierno y recibir el verano en el día más largo del año. Todo esto se hace harto complicado si al día siguiente suena el despertador. En Santiago, las hogueras tienen su propio nombre, cacharelas de San Xoán, que están en auge año tras año. Esta fiesta pagana —aún siendo el día de San Xoán— es, sin ninguna duda, la festividad con más arraigo popular en la ciudad, donde los disfraces de carnaval casi se limitan a los festivales de los colegios; y donde se aprovecha el San Roque para ir a la playa. Solo en San Xoán los de Santiago se quedan en Santiago.

PACO RODRÍGUEZ

San Roque el peregrino

 Xurxo Melchor

Después del Apóstol, el santo más importante en lo religioso para Santiago es sin duda San Roque. Es uno de los tres patrones del peregrino, junto a San Cristóbal y San Rafael. Él mismo lo fue, aunque no a Compostela, sino a Roma, pero su vinculación con la capital de Galicia es indeleble desde que en 1517 una epidemia de peste asoló la ciudad, que se encomendó a San Roque y construyó la capilla que aún hoy existe en lo alto de la rúa das Rodas y que debería ser visita obligada para los turistas y peregrinos por su imponente retablo obra de Simón Rodríguez y la escultura de José Gambino del santo representado, como no, como peregrino. Desde entonces, Santiago renueva todos los años su voto con el santo. Si en lo espiritual no hay duda de que San Roque debería de ser festivo, en lo lúdico tampoco. Porque ese 16 de agosto es el día con más fiestas no ya solo en Galicia, sino en toda España. Por algo será.

Sandra Alonso

Siempre cae en martes

 Juan Capeáns

Defender como festivo local el Martes de Entroido es un ejercicio de sentido común. Lo tiene todo. Es una mezcla perfecta entre la tradición religiosa y el desenfado pagano. Cae a medio camino entre la Navidad y la Semana Santa. Para los que les gusta comer tiene un innegable atractivo gastronómico de esencia casera que bien merece una jornada completa de asueto; y para los más carnavaleros, la elección es obvia. Por último, tiene otro estímulo imbatible, y es que siempre cae en martes. ¿Puede haber un plan mejor que volver a la aldea a comer filloas y cocido? Ya no digamos si le metemos un lunes de asuntos propios, el mayor invento del mundo laboral tras los fijos discontinuos: ¿Hay algo más apetecible que subirse a un Ryanair a disfrutar cuatro días del carnaval canario? ¿O a esquiar con la mejor nieve de la temporada? Caretas fueras, viva el Martes de Carnaval, caiga cuando caiga.