De las pizzas a la excelencia: el joven que acabó Historia y sacó todo dieces en Informática

Francesca Simonelli / J.C. SANTIAGO / LA VOZ

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CEDIDA

«Si estás estancado en algo, arranca. Es mejor no estudiar una carrera porque sí», aconseja el recién graduado

07 jul 2025 . Actualizado a las 13:36 h.

Felipe Robles López tiene 31 años, es de León, y acaba de terminar el ciclo superior de Administración de Sistemas Informáticos en Red (ASIR). Cursado en el IES Xulián Magariños de Negreira, alcanzó una excelencia académica impecable. Consiguió graduarse con un diez de media, al obtener la nota máxima en todos los módulos del ciclo durante la primera convocatoria.

Sin embargo, la historia de Felipe es algo atípica. Al finalizar el instituto, al igual que todos sus compañeros, Felipe debía tomar una decisión: seguir estudiando o empezar a trabajar. Impulsado por su entorno, optó por continuar sus estudios en la Universidad de León, donde cursó el Grado en Historia. «Yo creía que todos se metían en carreras, así que por qué yo no», expresa Felipe.

Acabó su formación universitaria sin tener muy claro qué rumbo seguir, pues las salidas profesionales de la carrera de Historia no le entusiasmaban. La rama de la investigación no le suscitaba especial interés, y la perspectiva de pasar años opositando para ser profesor tampoco lo motivaba.

Mientras se planteaba cómo orientar su vida, comenzó a trabajar en una pizzería de León. Estuvo allí durante un año, y luego pasó otros dos en la misma franquicia de Oviedo. Con la llegada de la pandemia permaneció un año en León, un período que aprovechó para prepararse para una beca de formación práctica de Historia, ofertada por el Principado de Asturias. Finalmente la consiguió, y hasta marzo de 2023 estuvo realizando labores de transcripción. 

Más salidas profesionales

Al finalizar la beca, Felipe comenzó a reorientar su carrera profesional. Después de realizar el curso de Sistemas de gestión de información, de la Xunta, se inscribió en el ciclo superior de sistemas informáticos. El motivo de esta elección fue simple: las salidas profesionales. «Al principio tenía algo de miedo, porque yo no sabía informática previamente, solo lo esencial para los trabajos de Historia. Me daba miedo no dar la talla», comenta Felipe.

El leonés explica que durante la etapa del instituto, aunque no era mal estudiante, tampoco llegaba a la excelencia conseguida en el ciclo. «Se me daba bien, pero sin más», expresa. Pese a los temores iniciales, rápidamente se adaptó a su nueva área de estudio, y en la medida que avanzaba el curso, se dio cuenta de que realmente le gustaba. El diez no era necesariamente la meta, para Felipe fue más bien algo «natural».

En general, la experiencia en el ciclo fue enriquecedora. Pese a que la mayoría de los compañeros eran más jóvenes —exceptuando el primer curso, donde tenía una compañera mayor que él—, no hubo ningún problema para relacionarse. Desde el IES Xulián Magariños describen a Felipe como un «ejemplo de reorientación profesional, de superación y de excelencia en la Formación Profesional». «Si te ves estancado en algo, arranca», es lo que le diría Felipe a cualquier persona que se encuentre indecisa al terminar una carrera. Además, anima a los jóvenes a contemplar otras opciones al acabar el instituto. «Es mejor no estudiar una carrera porque sí».