El Compostela aviva la llama de su legado

M. García

SANTIAGO

Cedida

Jugadores y dirigentes de los años 80 y 90 recuperan la tradición de su reunión anual

01 ago 2025 . Actualizado a las 19:53 h.

El Presi Mayán y Mallo, Suso Marque, Berto, Castillo, Bravo, Ino, Varela, Jorge, Julio Prol, Millares, Paz, Pepe Guerra, Moure, Bellido, Pablo Leis, Wences, Paquiño, Gómez, Chus Baleato y Lema. En total, veintiuno y cada uno de ellos puede hablar en primera persona de los avatares de la Sociedad Deportiva Compostela en los años ochenta y, en algún caso, también en los noventa. Ya fuese en las oficinas o a pie de campo, son partícipes de la historia azul y blanca y artífices del legado que fue creciendo con el paso de los años, superando momentos muy delicados que dieron paso a la etapa más gloriosa de la entidad, cuando el equipo alcanzó la Primera División.

Los veintiuno compartieron mesa y mantel para recuperar una tradición que se vio interrumpida por la pandemia y que corría el riesgo de perderse, la de reunirse al menos una vez al año para recordar viejas batallas al abrigo de la camaradería.

En ese ambiente de reencuentro discurrió la jornada, con el compromiso de repetir experiencia en el 2026 y el deseo compartido de que el primer equipo retorne a la Segunda RFEF.

Segundo ensayo para el proyecto liderado por Secho

Juan Manuel Martínez Paz, Secho, no consiguió evitar el descenso la pasada campaña, aunque estuvo muy cerca de conseguirlo. Y el club no dudó en poner en sus manos el proyecto con el que intentará volver a la Segunda RFEF. Esta tarde, a partir de las 19.30 en A Fieiteira, frente al Cidade de Ribeira, el entrenador de Porto do Son tendrá la oportunidad de avanzar en la puesta a punto del equipo, en el segundo ensayo de la pretemporada.

El primero, en San Lázaro, frente al Deportivo, llegó con apenas un par de entrenamientos después de las vacaciones de verano. En A Fieteira ya se podrán empezar a ver detalles, sin perder de vista que los jugadores están en la fase de mayor carga de trabajo, la de almacenar energía, lejos todavía de un ajuste fino, a un mes de que arranque el curso.