
El músico argentino se presenta este sábado en el festival Feito a Man por segundo año consecutivo
09 ago 2025 . Actualizado a las 14:47 h.El músico y compositor Julián Socolsky, conocido artísticamente como Lacandona, dejó Argentina hace dos años para afincarse en Galicia, la tierra de sus abuelos, y en la que intenta dar continuidad a su larga trayectoria musical. Este año repite cita con el festival Feito a Man, y actuará este sábado, a las 20.30, en la rúa Santo Agostiño-Ameas.
—¿Qué se siente al ser invitado nuevamente al festival?
—En un principio me tomó por sorpresa, porque me habían dicho que no suelen repetir las bandas, pero la organización me contactó porque muchos locales querían que estuviera. Para mí es una alegría muy grande, y que me llamen de un festival me permite tocar con otros intérpretes, algo que disfruto mucho.
—¿Cuál es la novedad de la propuesta de este año?
—Para esta edición reformulé la banda. Cuento un montón de músicos, aunque también tocaré una canción solo con mi guitarra y otra con un charango, un instrumento típico de Sudamérica. Va a haber un poco de todo, un estilo reggae mezclado con ritmos latinoamericanos. Será muy divertido.
—¿Cómo fue empezar de cero en otro país?
—Al principio fue un poco difícil, porque tengo catorce años de carrera en Buenos Aires, mientras que acá casi nadie me conocía. Tuve que empezar a recorrer las salas de música para intentar dar mis primeros conciertos, pero muchas me cerraron las puertas por no ser local. El café Arume fue el que me abrió las puertas.
—¿Galicia ha sido una influencia para su estilo?
—Sí. Mi primer disco es muy de canción de autor, y luego pasé más al reggae y al rock latinoamericano. Galicia me permitió volver a las raíces, a la canción de autor. Me animó a volver a defender las canciones desde la guitarra y la voz, desde lo mínimo. No solo es un volver a empezar, sino que es como regresar a mis primeros pasos, y lo disfruto mucho. Pero también me gusta poder mostrar otra faceta en Feito a Man con la compañía de otros músicos.
—¿Algún proyecto que tenga entre manos?
—Estoy muy ilusionado porque el 21 de agosto lanzo una canción con un ídolo, Morodo. Tuve la suerte de abrir dos de sus shows en Buenos Aires, y ahora sacaremos juntos el tema «Esto no es una canción diplomática», con videoclip incluido. Estoy muy feliz, no creo que el Julián joven se hubiese imaginado este momento. Y esto es lo que me impulsa a seguir este complicado camino, pero que es mi pasión. Tengo 300 canciones que todavía no grabé, y esta oportunidad me permite llegar a más gente y así lograr poco a poco hacerme un nombre en este país.