La Selva Negra, una joya verde víctima del incivismo con heces y toallitas
SANTIAGO

En la zona de acceso al emblemático bosque y la Granxa do Xesto hay restos de papel higiénico, ropa y plásticos
21 ago 2025 . Actualizado a las 19:00 h.Santiago tiene muchas joyas verdes cargadas de vida e historia. La conocida como Selva Negra es una de ellas, con 220 hectáreas en las que conviven carballos centenarios, arboleda más joven y tramos senderistas. Con un plan de regeneración desde el 2007, la mano y la maña del ser humano se encargan de cuidarlo. Pero esta misma especie puede deteriorarla y también ponerla en peligro.
Y esto último salta a la vista con una simple visita a la entrada a la Selva Negra desde el entorno de la Granxa do Xesto evidencia las conductas incívicas de algunos de sus visitantes, con restos fecales humanos y toallitas higiénicas que no solo son el peor enemigo de las redes de saneamiento, sino también de todos los espacios naturales. En la misma zona también hay prendas de ropa interior arrojadas en pleno camino forestal que a plena luz del día llaman especialmente la atención en un entorno natural.
«Isto faino xente que ven aquí e non respecta este espazo, que é zona protexida», se lamenta la compostelana Cristina Ferreirós, que acostumbra a pasear por la Selva Negra con su perro y reconoce que cada vez que ve alguna conducta inapropiada no duda ni un momento en recordar a quien la practica que «isto é zona protexida e hai que ter conta dela», relata, mientras muestra los restos de papel higiénico, heces y toallitas que, reconoce, están allí desde hace días porque en esta época del año la zona no está tan acondicionada como en otras épocas del año.
Hogueras y acampadas
Cristina Ferreirós confirma también que en sus habituales paseos por la Selva Negra este tipo de restos no abundan en el corazón del bosque, pero en él si se ha encontrado a personas acampadas haciendo fuego a escasos metros de carballos con ramas muy bajas, con el consiguiente riesgo de provocar un incendio en una zona tan emblemática como la Selva Negra.
El hecho de que en el área del aparcamiento desapareciesen algunas de las papeleras puede ejercer como excusa para que entre la maleza, alguna especialmente seca y sin rozar, se perciba alguna botella de plástico.
Este acceso a la Selva Negra también sirve como área de estacionamiento de caravanas, que en algunos casos dejan restos innecesarios de su estancia. Mientras esto ocurre, la explotación de la cafetería de la Granxa do Sexto está sin resolver, por lo que este espacio de ocio, permanece cerrado, lo que contribuye a que la zona esté menos transitada, reduciéndose también las tareas de limpieza y mantenimiento del entorno.
El Concello ordenó ayer al servicio de Parques e Xardíns la revisión de la zona tras tener conocimiento de las denuncias vecinales que alertaban de la acumulación de restos insalubres en este entorno. Raxoi confirmó que reforzará el control en este espacio natural para controlar este tipo de prácticas.

«Pagué 600 euros por limpiar dos fincas en esta zona, el Concello no hace lo mismo»
A las denuncias vecinales sobre comportamientos incívicos de algunos visitantes que acuden a la Selva Negra se añaden críticas, también de habitantes de la zona sobre la gran cantidad de maleza que hay en estos momentos este espacio forestal de más de doscientas hectáreas de superficie.
«Yo ya no voy sola por allí por si me caigo y no me encuentran porque hay sitios con maleza de un metro», relata una vecina del cercano barrio de Casas Novas mientras otro miembro de su familia pide al Ayuntamiento que mantenga limpio este espacio durante todo el año, sobre todo teniendo en cuenta el riesgo de incendios en el período estival: «En invierno está mucho más limpio todo porque la hierba no crece tanto, pero a partir de mayo y hasta septiembre esto se llena de maleza porque se necesita más personal para cuidarlo. El problema está en que si al final tiene que venir una brigada contra incendios eso ya no tendrá solución y todos se llevarán las manos a la cabeza». «Yo pagué seiscientos euros para que un tractor limpiase dos fincas por orden del Concello, pero el Concello no hace lo mismo con el Pedroso y la Selva Negra, que son de su propiedad», añade.
El temor de un incendio también en el cercano Pedroso es generalizado entre los vecinos, algunos de ellos con casas cerca de zonas arboladas y con maleza y las personas que acostumbran a pasear por allí para disfrutar de largos paseos con sus mascotas.