Tralusa adeuda una paga a sus empleados en medio del retraso de las facturas del Concello de Santiago

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

El Ayuntamiento abonará las cuentas del 2025, pero hay una liquidación anterior parada

11 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El impago de la factura de más de 2,5 millones de euros que el Ayuntamiento adeuda a Tralusa (concesionaria del transporte urbano) por el servicio del pasado año parece que empieza a afectar a los trabajadores, que todavía no han cobrado la nómina de agosto. Y ese retraso no es nada habitual. Siempre se les abonan antes del día 5, dicen desde el comité de empresa, que se temen que les esté pillando en medio la crisis entre el Concello y la operadora por el impago de dicha factura.

La cuestión no es que el gobierno local se niegue a abonarla, sino que la iniciativa no pasó el trámite plenario preceptivo en junio. Al tratarse de una factura del año anterior, su abono requiere un reconocimiento extrajudicial de crédito por parte del pleno. Y el voto contrario del PP (11 votos) acabó imponiéndose al del gobierno (8) y el PSOE (2) ante la abstención de los concejales nos adscritos (4).

El resultado de aquella votación dejó a Tralusa (del grupo Monbus) con una factura pendiente de más de 2,5 millones de euros, y a la empresa Rías Baixas con otra de 402.093 euros. Las dos funcionan en parte con autobuses alquilados cuyos contratos fueron cuestionados por el anterior interventor municipal. Y a eso se agarró el PP —«cos nosos votos non conte para apoiar as súas trapalladas», dijo entonces Borja Verea— para rechazar el pago. Los no adscritos se abstuvieron por el «ocultismo» del gobierno con respecto a la licitación del nuevo contrato del transporte urbano.

En este contexto, los trabajadores de Tralusa se han encontrado por primera vez con el impago de su nómina y el convencimiento de que obedece a un intento de presión de la operadora al Ayuntamiento, aunque desde el comité de empresa apuntan que esa cuestión «é independente» de que los empleados cobren. «Iso non é desculpa» y «aos seus empregados teñen que pagarlles igual», dicen desde el comité, al que la empresa comunicó, afirman, que mientras «non teñan os cartos efectivos na súa conta non nos pensan pagar».

El comité valora qué pasos dar

Lo que no tienen claro los trabajadores es si con esa advertencia la empresa se refería a la factura impagada del 2024 o a las correspondientes a los dos primeros trimestres del 2025, que todavía están sin abonar también por el Concello, si bien en este caso la deuda se saldará en unos días. La Xunta de Goberno autorizó este mismo lunes el pago de los algo más de tres millones de euros que suma ese semestre. Pero el nerviosismo empieza a cundir entre los trabajadores, admiten desde el comité, que ya se reunió anteayer, y ayer estaba pendiente de la reacción de la empresa para decidir qué pasos dar. De momento, el lunes ya se reunieron con el responsable municipal de Mobilidade, Xan Duro, en un encuentro en el que se les dio cuenta de que ese mismo día se había aprobado el pago del primer semestre de este año.

Pero el gobierno de Goretti Sanmartín espera que las facturas pendientes de Tralusa y Rías Baixas del 2024 se desbloqueen también en breve. Los no adscritos hicieron públicas ayer sus condiciones para respaldar ese pago. Una es que el servicio de transporte esté regularizado o en vías de regularización el próximo año. La otra, que se acredite con un informe técnico que los importes a abonar en esas facturas se ajustan al precio de mercado. Gonzalo Muíños justificó esta petición —de la que nada sabe desde julio, dijo—, en que el PP «ameazou con levar este pago á Fiscalía». Dicho informe está ultimándose, con lo que el gobierno espera llevarlo al pleno de este mes. Y le llegaría con el voto de los no adscritos para sacar esas facturas adelante.

Habrá que ver entonces que posición adopta el PP, aunque ayer fue muy crítico con el gobierno en un comunicado en el que afirma que el equipo de Sanmartín «non ten capacidade para xestionar o transporte da capital», después de recordar que en breve hará 9 años que venció la concesión sin que «o tripartito de CA, PSOE e BNG» fuese capaz de licitar otra. El edil Adrián Villa se pregunta, además, si se está pagando el alquiler «por autobuses aos que non lles funcionan as ramplas de discapacitados».