¡Viva la fiesta!

Cristóbal Ramírez

SANTIAGO

15 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Aveces esa vieja frase que reza que el mundo está loco corresponde a la pura realidad, y parece que este es uno de estos momentos, en la comarca compostelana y fuera de ella. Solo aceptando lo anterior se entienden cosas como, por ejemplo, que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acuse al presidente Sánchez nada menos que de «amenazas genocidas».

Pero no es necesario ir hasta el otro lado del Mediterráneo. En la comarca hay locuras que se admiten como normales y que van camino de formar parte de las tradiciones. Verbigracia, los universitarios comenzaron el curso con fiestas y más fiestas, alguna con más de tres mil danzantes. Decía la semana pasada este periódico que para conseguir entradas para una discoteca «una gran fila de jóvenes recorría la calle de Alfredo Brañas». Luego resulta que son ecologistas y están contra el consumismo. Y, además, la economía de las familias va mal, al parecer. El mundo al revés.

Lógico, normal y saludable, en eso consiste integrarse en la universidad, aplaudamos con las orejas, ese es el espíritu de trabajo y esfuerzo que todos esperamos de aquellos que van a dirigir la sociedad en unos pocos años. Lo único malo es que locuras como esas son las que nos ponen en la diana de los países más desarrollados, los cuales -¡mira que son aburridos!- siguen sin entender por qué tienen que trabajar con espíritu calvinista y altos impuestos mientras en Santiago (y en tantas otras ciudades) el personal monta fiestorros, y que financien nuestras infraestructuras los ciudadanos del norte europeo.

Menos mal que la juerga no se paga con los fondos Next Generation, que igual hasta alguien tiene la feliz idea de proponerlo.