Pez gordo

Cristóbal Ramírez

SANTIAGO

01 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Cae dentro de lo posible que estemos asistiendo a un cambio fundamental en el turismo de la comarca. Porque aquí ha sucedido lo que en tantos otros sitios: el pez gordo se ha comido al chico. E nuestro caso, ese pez gordo es la Catedral, como la Alhambra lo es en Granada. Y no solo se lo ha comido, sino que ha hecho que nadie se acuerde de él.

Así que poco a poco la Catedral, como meta turística —y peregrina— ha ocultado por completo y sin duda de manera involuntaria otros puntos de interés en los alrededores. Y retroalimentando la perversa circunferencia, las autoridades locales y los ciudadanos de a pie han dejado de creer en la potencialidad de su río, castro, aldea, villa o municipio. Quizás con una sola excepción: la Vía Verde, a la cual hay que darle el beneficio de la duda porque lleva poco tiempo y de hecho no está rematada.

Esa dinámica la acaba de romper una decisión política del concello de Padrón, y todos los habitantes de ese ayuntamiento deberían apoyarla porque no solo no va contra nadie —solo faltaría— sino que su éxito beneficiará a todos. Solo una mentalidad cicatera y localista —mal histórico de Galicia— podría poner palos en las ruedas. Porque Padrón, que literalmente se ve inundado por los euros que dejan los peregrinos, ha tomado la sabia decisión de promocionar lugares o edificios de segunda línea, esos que no figuran en las guías —menos en la local de Manolo Garrido— y son susceptibles de ser incorporados a un producto turístico. Habrá que hacer un enorme esfuerzo de señalización y promoción, cierto, pero esa es la batalla que procede dar si queremos que el visitante pase más horas en la comarca, porque las cifras a día de hoy son ridículas.