Ames celebra el Fin de Año a la par que Nueva Zelanda con arándanos para ahuyentar a la mala suerte

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

AMES

Paco Rodríguez

La carpa instalada en la plaza del Concello de Bertamiráns se llenó de cotillón y golosinas para los más pequeños

31 dic 2023 . Actualizado a las 12:56 h.

El año entra en el planeta Tierra por las Antípodas. Cuando en Galicia sonaron las doce campanadas de mediodía en Nueva Zelanda abrazaron la medianoche y el 2023 comenzó a extinguirse en nuestra querida bola azul para dar paso al 2024. Esa fiesta en las lejanas tierras de Oceanía tiene su eco en Galicia. En Vilagarcía, donde fueron pioneros en anticipar el Fin de Año para poder celebrarlo con los vecinos y amigos en la calle, y en Ames, donde el festejo bautizado como Prebadaladas ha cumplido su tercera edición con éxito de público y la promesa de consolidarse.

El escenario escogido para las Prebadaladas amienses fue la plaza del Concello de Bertamiráns. Con carpa en previsión de que la lluvia aguase la fiesta y con reparto de arándanos para que a los más supersticiosos no les diera yuyu comerse las uvas antes de tiempo. A las 11 horas comenzaron a repartirse las bolsas con el kit Fin de Año: cotillón, chicharrones, los mencionados arándanos donados por la frutería Tomate más Fruta y una botella de Estrella Galicia para brindar. Los primeros 500 niños también contaron con bolsa propia, con uvas de golosina y un vaso para el Champín, el espumoso sin alcohol que triunfa en este tipo de eventos.

La periodista Loly Gómez hizo de maestra de ceremonias y hubo actuación musical a cargo de las triunfadoras en la última edición del concurso Canta con Ames: Antía Holovat, Antía Boo y María Camaño, que ganaron el certamen en las categorías infantil, juvenil y sénior, respectivamente. También participaron las ganadoras de ediciones pasadas Carmen Cuevas, Adriana Vigo, Lara López y la jurado Inés Suárez.

El alcalde, Blas García ( PSdeG), y otros miembros de la corporación amiense no faltaron a la cita con el deseo de «facer xuntos o desexo de que o 2024 sexa mellor para todos», dijo el regidor. La nota más amable la pusieron los alumnos del curso de lengua de signos que se impartió recientemente en la Casa da Cultura de O Milladoiro, que interpretaron un villancico junto a su profesor.

Y con todo bien previsto y preparado llegó el momento. Ese en el que la medianoche neozelandesa coincidió con el mediodía gallego. Y sonaron a la par las campanadas en Wellington, en Auckland y en Bertamiráns. Y se desató la fiesta, los abrazos, los besos y las ilusiones con las que arranca este 2024 que todos recibimos con el deseo de que el mundo sea un lugar mejor para vivir. Sin guerras. Sin odios. Sin sufrimientos inútiles. Anhelos por los que bien merece la pena celebrar dos veces el Fin de Año. En Ames, en Vilagarcía y en cualquier otro rincón del mundo.