El siniestro de Ames es el más trágico en el área de Santiago en cuatro años

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

AMES

Óscar Montero Puente y su hija Aira, fallecidos en accidente de tráfico en Ames este domingo por la tarde
Óscar Montero Puente y su hija Aira, fallecidos en accidente de tráfico en Ames este domingo por la tarde Cedida

La joven que el domingo perdió la vida junto a su padre iba sin cinturón de seguridad

05 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Las investigaciones del trágico accidente de tráfico en el que perdieron la vida Aira Montero Fernández, de 17 años; y su padre, Óscar Montero Puente, de 44, tendrán que aclarar todos los detalles de un siniestro, ocurrido pasadas las cinco y media de la tarde del pasado domingo, que ha conmocionado a los familiares, vecinos, compañeros de trabajo y amigos de padre e hija.

El choque se produjo entre la rotonda de la urbanización Aldea Nova (Ames) y pocos metros antes de la gasolinera de Galp, en la carretera AC- 543 (Santiago-Noia). El Opel Corsa en el que viajaban padre e hija circulaba en dirección a Bertamiráns, y el de los dos heridos graves, F. C. G., de 46 años, y N. P. F., de 44, en sentido a Santiago. El vehículo conducido por Óscar Montero quedó atravesado en el carril contrario a su marcha, por lo que, por razones que están siendo investigadas, se cree que invadió el carril opuesto en un tramo en curva pero con buena visibilidad y en la que hay un carril central cebreado, es decir, por donde no se puede circular. Por su parte, el otro turismo implicado en el siniestro, el Volkswagen T-Roc en el que viajaban los dos heridos, se desplazó —supuestamente a causa del impacto— hacia la cuneta de su carril de circulación.

La joven Aira viajaba de copiloto en el Opel Corsa, y fuentes de la Guardia Civil confirmaron que no tenía puesto el cinturón de seguridad en el momento del choque. La investigación determinó ayer que su padre, que iba al volante, sí lo llevaba puesto.

Los dos heridos fueron trasladados al Hospital Clínico de Santiago. La mujer, de 44 años, N. P. F., natural de Navia de Suarna (Lugo), continuaba ingresada ayer en estado muy grave; y el hombre, F. C. G, de 46, fue dado de alta en la madrugada de ayer.

La jornada de este domingo fue la más trágica en las carreteras del entorno de Santiago en los últimos cinco años, después de la ocurrida el 2 de noviembre del 2019, cuando murieron tres personas en dos accidentes en los municipios de Ames y Brión. El primero fue en la AC-544 (Bertamiráns-Negreira), a la altura de la peligrosa curva de Os Barreiros, donde fallecieron Juan Antonio Ruso, de 61 años de edad, y su hija Lucía, de 29 años, conocidos porque habían regentado un bar en la rúa Nova de Abaixo, en Santiago. Ese mismo día, pocos horas antes, en la carretera AC-543, a la altura de Os Ánxeles, fallecía otra persona, José Luis Martínez Rial, de 35 años, natural de Rois pero que residía la mayor parte del tiempo en Suiza, y que estaba pasando unos días con su familia. En este accidente hubo dos heridos más.

Unión familiar y profesional

Óscar Montero Puente se sentía orgulloso de su hija, Aira Montero Fernández. Así lo expresó hace casi un año, cuando Aira fue la protagonista de un reportaje en este periódico, porque estudiaba para seguir los pasos profesionales de su progenitor, en el sector de la construcción. Cursó estudios en el IES Lamas de Abade y realizó formación en la Fundación Laboral de la Construcción.

Aira recordaba en aquella entrevista, en la que estuvo acompañada de sus abuelos paternos José Ramón y Concepción, que siendo pequeña ayudaba a su padre y a su abuelo pasándoles herramientas durante la construcción de su casa en la rúa A Xunlla, parroquia de Laraño, a escasa distancia de donde perdieron la vida en el trágico accidente.

Ella siempre quiso seguir el oficio familiar. Aún no se había cumplido un año desde que comenzó a trabajar en la empresa Técnicas Constructivas de Ocio Galicia, con sede en O Milladoiro, especializada en la instalación de piscinas, donde ayer la recordaron con cariño. Con solo 17 años, Aira tenía sus ideas muy claras y su futuro laboral encaminado. Por su parte, Óscar Montero Puente era recordado por sus vecinos como «muy trabajador, como toda la familia», oriunda de Laraño y de Roxos. Él también siguió los pasos de su padre, José Ramón Montero, y se dedicó a la construcción desde muy joven. Óscar tenía otro hijo, hermano de Aira; y ahora estaba viviendo una etapa feliz en lo personal. Con su nueva pareja, Lucía, había sido padre recientemente. Su pequeño llevaba su mismo nombre.

Los cuerpos de Aira y Óscar se velan en el complejo funerario Apóstol Santiago. Hoy, a las 17 horas, se oficiará una misa en la capilla del complejo y, posteriormente, Óscar será enterrado en el cementerio San Martín de Laraño y Aira será incinerada en la intimidad familiar. El Concello de Santiago convoca un minuto de silencio hoy, a las 12.00, en el Obradoiro en recuerdo de sus dos vecinos.

Dramático balance

Las carreteras del entorno de Santiago se cobran dos vidas más. La investigación aclarará qué pasó, qué falló para que dos personas con toda la vida por delante no puedan ver cumplidos sus sueños. Ninguna de las dos vidas por vivir pesa más que la otra. Los dos tenían un futuro. Ella empezaba su vida laboral y deja un profundo dolor entre sus compañeros de trabajo, familiares y amigos. Él acababa de ser padre nuevamente y estaba feliz. Solo cabe pedir que este sea el último accidente con un balance tan triste.