Ames demanda a la Xunta un plan de choque que mitigue el efecto de los vertidos al Sar
AMES

El Concello remitió escritos a la conselleira de Medio Ambiente y al director de Augas de Galicia ofreciendo su colaboración
18 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El río Sar atenuó levemente el mal olor que desprende a su paso por Bertamiráns, en un cauce colonizado por abundantes restos de espuma blanca, tras los vertidos procedentes de la depuradora de Santiago que ejecuta Aquaes en A Silvouta. El Concello amiense continúa con un estricto seguimiento de la situación a través de Augas de Ames, con analíticas de las aguas e informes para dar cuenta de la evolución de la situación.
El alcalde, Blas García, ofreció ayer a la Xunta toda esa información y la colaboración con todos los medios que puedan requirir. Lo hizo a través de sendos escritos a la conselleira de Medio Ambiente e Cambio Climático, Ángeles Vázquez, y al director de Augas de Galicia, Roi Fernández. El regidor demanda a su vez de la Xunta información sobre qué actuaciones emprendió por el vertido, que el Concello ya denunció ante la Fiscalía de Medio Ambiente. Al tiempo, demanda la puesta en marcha de un plan integral de recuperación del río Sar, y «un plan de choque inicial que permita mitigar de forma inmediata os efectos desta catástrofe ambiental» con alta mortalidad de flora y fauna además de las fuertes molestias a los vecinos que han de soportar los malos olores del cauce fluvial. En el caso de no existir ese plan de choque inicial, insta a su redacción y aplicación urgente.
La comunicación de Blas García recuerda que el pliego para la ejecución y puesta en marcha de la nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Santiago señala que el desarrollo del proyecto conlleva supuesta en servicio por fases, por lo que las partes de la obra que empiecen a funcionar «tendrán que superar las pruebas preoperacionales y el cumplimiento de los requisitos operativos, o pruebas de funcionamiento, antes de integrarse en la operación de las instalaciones».
Subraya además que la actual EDAR debe continuar en explotación hasta que las futuras instalaciones se encuentren operativas. Y añade el documento que, por tanto, la ejecución de las obras no podrá afectar al proceso depurativo de la instalación, «ya que hasta que un elemento no esté construido y en funcionamiento no se procede a la demolición del elemento equivalente existente».