La «banda revolución» con un repertorio propio de pop-rock

ARZÚA

El clarinetista J. Alberto García Medraño dirige la banda y el conservatorio de la localidad arzuana.
El clarinetista J. Alberto García Medraño dirige la banda y el conservatorio de la localidad arzuana. XOAN A. SOLER

La singular BMA se consolida en Arzúa con casi 80 músicos

27 oct 2022 . Actualizado a las 10:18 h.

Revolucionaron la escena de las bandas populares en Galicia, abriéndoles camino en los festivales eclécticos —en el impulsado por Luz Casal en Boimorto, el público corea los temas que interpretan—, con un innovador repertorio que convirtieron en seña de identidad. La BMA —acrónimo de Banda de Música de Arzúa— es una formación que, en menos de una década, sextuplicó su número de miembros. «Cando empezamos coa refundación no 2014, eramos catorce, e agora temos unha banda moi potente tanto a nivel musical como de número; somos setenta e tres, e, no que queda de ano, superaremos os oitenta», apunta Jesús Alberto García Medraño.

Quien echa cuentas fue, con 15 años, el director de banda más joven de toda España, un clarinetista natural de Vigo de 45 años que, desde hace más de dos décadas, dirige el conservatorio de grado medio de Arzúa, y, desde hace un lustro, lleva la batuta de la banda de música, tal y como hoy la conoce el respetable. Es una apuesta personal de Medraño, que imprimió su sello particular a la banda «con un repertorio pop-rock dos anos 70, 80 e 90 que resulta máis próximo ao gusto dos músicos, e que, ademais, nos conecta con diferentes xeracións ata as máis novas, arrastrando moitísima xente», explica.

Para este licenciado en Dirección de Banda por la Royal Schools of Music de Londres, el talante conciliador y su defensa del proyecto «por riba da persoa» también resultaron determinantes en el éxito de la banda, que reúne a músicos desde los 11 hasta los 67 años. Merchandising, página web, escenario y técnicos propios son, entre otros, recursos que también posicionan la banda, con un repertorio exclusivo y en continua actualización en el que trabaja el propio director. La partitura e instrumentalización de cada tema le consumen, cuenta, «unha cantidade inxente de horas de traballo». El resultado: hasta tres nuevos arreglos cada año.

Con un caché de hasta 7.000 euros por hora y media de concierto, la BMA, constituida en asociación con José Antonio Corral como presidente, se prepara ahora para dar el salto al escenario de las grandes ciudades.